UNA MUERTE SIN ACLARAR EN ARGENTINA

La vida loca de Nisman

Las fotos del móvil difundidas por la policía alteran la imagen que Argentina tenía del fiscal

FIESTAS Y VIAJES 3 Sobre estas líneas, fotografías encontradas en el teléfono de Nisman en que se le ve de fiesta y de viaje con modelos.

FIESTAS Y VIAJES 3 Sobre estas líneas, fotografías encontradas en el teléfono de Nisman en que se le ve de fiesta y de viaje con modelos.

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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¿Quién era Alberto Nisman? Dos meses después de su muerte, la imagen del difunto fiscal empieza a ser armada con retazos incómodos. Nisman ya no es solamente el hombre que acusó a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de diseñar un plan de impunidad para los iranís presuntamente involucrados en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que provocó 85 muertos en julio de 1994. Tampoco aquel que, según Wikileaks, reportaba obedientemente sobre sus pasos a la embajada de EEUU.

Ya no se habla tampoco de su relación de dependencia con Antonio Horacio Stiusso, el jefe de los espías que cayó en desgracia en diciembre y parece haberlo arrastrado al precipicio.

El hombre que, tras su deceso, fue presentado como un resumen de virtudes republicanas tiene ahora, como añadido, un perfil de galán noctámbulo. Se le ve en fotografías acompañado de modelos rotundas y bellas.

Viaje a Cancún

La modelo Florencia Cocucci reconoció haber viajado con él a Cancún. Otras imágenes lo muestran en una disco de Buenos Aires rodeado de beldades poco preocupadas por la seguridad nacional. Las fotografías fueron reveladas por la policía federal, pues estaban alojadas en el móvil del exfiscal.

Guillermo Coppola, exapoderado de Diego Armando Maradona y consumado playboy argentino, dijo haber visto al difunto fiscal más de una vez en Rosebar, un local del barrio de Palermo. «Iba con unos bombones increíbles», explicó. Y por si faltaba algo para empañar su silueta volvió a escena Diego Lagomarsino, el asesor informático de Nisman, que fue quien le prestó el arma que le causó la muerte. Lagomarsino acaba de confesar que su jefe le pedía que le entregara todos los meses la mitad de su salario y que compartían una cuenta del banco Merrill

Lynch en EEUU.

«Era un sinvergüenza que usaba fondos del Estado para salir con mujeres», dijo el jefe del Gabinete de ministros, Anibal Fernández. La oposición critica esa actitud: el exfiscal, señalan, no puede defenderse.

«Yo lo que quiero saber es quién mató a Nisman, no quién era Nisman», le respondió la precandidata presidencial por la derecha, Elisa Carrio, que añadió: «Yo me acuerdo de Winston Churchill, que era borracho, tenía mujeres y era aventurero, pero salvó a Europa».

Un premio buitre

En este contexto, el fiscal Germán Moldes decidió mantener la denuncia judicial contra Kirchner de Nisman, pese a que el juez Daniel Rafecas la rechazara de plano por irrelevante. La última palabra será de los jueces de la sala primera de la Cámara federal. Mientras tanto, la Fundación para la Defensa de las Democracias, cuyo mayor donante es Elliot Management, el fondo buitre del multimillonario Paul Singer que está litigando en un tribunal de Nueva York contra el Estado argentino por 1.500 millones de dólares, acaba de lanzar el certamen Alberto Nisman al Coraje, con el manifiesto objetivo de «honrar la memoria del fallecido fiscal».