Tensa cumbre en Minsk para parar la guerra en Ucrania

Saludo entre Vladimir Putin y Petró Poroshenkio, ayer en Minsk.

Saludo entre Vladimir Putin y Petró Poroshenkio, ayer en Minsk.

LEV GANIN / MOSCÚ

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Los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, negociaban anoche en la capital bielorrusa Minsk en un ambiente de tensión y a puerta cerrada un plan de paz para poner fin al conflicto bélico en el este de Ucrania, que ya ha cobrado más de 5.400 víctimas mortales y que ayer vivió una de sus jornadas más sangrientas. La reunión al más alto nivel se perfilaba como la última esperanza para evitar que la guerra civil en la antigua república de la Unión Soviética acabe en un conflicto global entre Rusia y Occidente.

El objetivo principal de las partes reunidas era conseguir la firma de un nuevo plan de paz para Ucrania que cuente con el apoyo tanto de Occidente y Kiev como de Moscú y de las milicias prorrusas de la autoproclamada Repúbica de Donbás.

El presidente de Francia, Françoois Hollande, y la cancillera alemana, Angela Merkel, fueron los primeros en llegar a Minsk, seguidos por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko. El mandatario ruso, Vladímir Putin, mantuvo la intriga hasta el último momento. Llegó pocos minutos antes de la hora prevista para el inicio de las negociaciones.

La situación en Ucrania puede resolverse «ahora o nunca», declaró el presidente ucraniano a su llegada a la reunión. «Estoy convencido de que hoy todo el mundo está a la espera: o bien la situación se resuelve, es decir, habrá un armisticio y una retirada de armamento pesado o se saldrá todo fuera de control», dijo Poroshenko. El mandatario ucraniano confesó que tenía «los dedos cruzados» en favor de poder alcanzar un acuerdo «histórico».

Al cabo de dos horas, los líderes del llamado cuarteto de Normandía, compuesto por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, concluyeron la primera parte de las consultas. Tras tomarse la fotografía oficial, Merkel, Hollande, Putin y Poroshenko pasaron a la sala a reunirse con los miembros de sus respectivas delegaciones para preparar la firma de una nueva hoja de ruta para el arreglo de la crisis ucraniana, un documento negociado durante varios días por los diplomáticos de los cuatro países.

QUINCE PUNTOS / Los medios de Kiev publicaron un supuesto borrador de ese documento de 15 puntos que comprende un alto el fuego inmediato y la retirada de armas pesadas del este de Ucrania. Se prevé también que la operación especial de las tropas ucranianas contra las milicias de Donbás termine el 23 de febrero. Esos serían los objetivos más inmeidatos. Acto seguido, Kiev debe declarar una amnistía a los milicianos que tiene en sus manos para iniciar el canje de prisioneros de guerra definitivo.  En el terreno político, el plan de paz obliga a Kiev a garantizar un estatus especial a las regiones del sureste de Ucrania.

El de ayer fue el tercer encuentro de los líderes del denominado cuarteto de Normandía. Los cuatro dirigentes coincidieron por primera vez a principios de junio pasado, en las celebraciones del 70 aniversario del desembarco aliado en la costa francesa, donde iniciaron el diálogo para poner fin al conflicto en el este de Ucrania. A mediados de octubre del año pasado mantuvieron un segundo encuentro en Milán.

CONSULTAS PARALELAS / En la capital bielorrusa también se llevan a cabo de manera paralela las consultas del Grupo de Contacto para Ucrania (Rusia, Ucrania, OSCE) con participación de los representantes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donbás.

La cumbre de Minsk estuvo precedida por una reunión de Merkel y Hollande, con el mandatario ucraniano, en Kiev, el 5 de febrero, así como de un encuentro de los dos líderes europeos con Putin, el día 6 en Moscú. Además, en Berlín abordaron la crisis los cancilleres de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.