Los ataques matan a unos 130 yihadistas en Siria

Un soldado iraquí, junto a un cuerpo sin vida en Babil, al sur de Irak.

Un soldado iraquí, junto a un cuerpo sin vida en Babil, al sur de Irak.

ANDRÉS MOURENZA / ESTAMBUL

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Los bombardeos de la coalición liderada por EEUU sobre las posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria provocaron ayer unos 128 muertos y 300 heridos, en su inmensa mayoría yihadistas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En las provincias de RaqqaDeir al Zor Hasakah, donde se concentran las fuerzas del EI, medio centenar de objetivos fueron bombardeados, matando a unos 70 militantes. Un residente de Raqqa, la capital del califato proclamado por los yihadistas, explicó a la agencia Reuters que se está produciendo un «éxodo» de civiles «hacia el campo» para evitar los bombardeos estadounidenses.

Además de los objetivos militares -campos de entrenamiento, checkpoints, centros de mando- las bombas cayeron sobre la estructura civil del califato como el principal centro administrativo de Raqqa, que fue golpeado por cuatro misiles.

La electricidad fue cortada y la mayoría de negocios privados y edificios públicos permanecieron cerrados. «Nadie sale a la calle, tan solo han abierto unas 15 tiendas», aseguró el activista Abu Mohamed, que relató que los yihadistas habían desaparecido de las calles desde el inicio de los bombardeos, aunque también prohibieron a los civiles salir de sus casas para evitar que fuesen testigos de la destrucción causada. Aunque el OSDH no tiene constancia de bajas civiles en Raqqa, medios cercanos al EI denunciaron que 11 civiles perecieron bajo las bombas, tres de ellos niños.

Apoyo kurdo

En el bombardeo sobre las provincias de Alepo e Idlib, cuyo objetivo fueron militantes ligados a Al Qaeda -del grupo Jorasán, según EEUU; del Frente al Nusra, según medios sirios-, el OSDH afirma que murieron 50 combatientes y 8 civiles, algo que provocó el descontento de la población, según afirmó Efe citando a un activista local. El Estado Islámico anunció que los ataques de la coalición «tendrán respuesta» y señaló a Arabia Saudí como uno de los principales responsables de los bombardeos.

Con todo, el ataque aéreo no detuvo la ofensiva del EI sobre el cantón kurdo de Kobani, donde se produjeron fuertes combates entre la milicia kurda YPG y los yihadistas. Pese a ello, el Gobierno autónomo kurdo dio la bienvenida a los bombardeos de EEUU. Ayer, el número de refugiados que habían cruzado a Turquía huyendo de la guerra en Kobani llegó a los 150.000. Turquía también avaló la operación contra el EI y su primer ministro, Ahmet Davutoglu, anunció que en octubre el Parlamento ampliará los poderes al Ejército para efectuar operaciones «transfronterizas» en Siria e Irak.