Ola de voluntarios contra el yihadismo

Las autoridades iraquís se han visto sobrepasadas por el alto número de ciudadanos, en su mayoría chiís, que se han ofrecido como voluntarios para luchar contra los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) .

Numerosos iraquís se han acercado a los centros de reclutamiento para luchar contra el ISIL, organización que desde la semana pasada se ha hecho con el control de amplias zonas del norte del país.

Aunque aún no hay cifras oficiales sobre el número de personas que hasta ahora se han unido a las filas de las Fuerzas Armadas, miles de residentes de Bagdad y provincias meridionales como Basora, Kerbala, Nayaf o Babel, entre otras, han mostrado su disposición a hacerlo.

La televisión estatal muestra con frecuencia largas colas en los centros abiertos para recibir a los que quieran alistarse en el Ejército, muchos de cuyos miembros desertaron y abandonaron sus puestos, propiciando en buena parte el avance insurgente.

LLAMAMIENTOS / Al llamamiento realizado por el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, para combatir el terrorismo, se sumó el pasado viernes la máxima autoridad chií del país, el ayatolá Alí al Sistani, que pidió a todos los que puedan coger las armas que se presenten como voluntarios para expulsar a los radicales.

Las fuerzas iraquís han iniciado una contraofensiva, lo que no impidió ayer que los yihadistas tomaran el control de la localidad de Tal Afar, a unos 50 kilómetros al oeste de Mosul.  Los combatientes del ISIL destruyeron dos santuarios chiís en Tal Afar y en la propia Mosul.

Más de 200 supuestos yihadistas murieron ayer en un bombardeo de la aviación iraquí en la zona de Al Saqlauiya, en la provincia occidental de Al Anbar.

Las fuerzas de seguridad iraquís han reforzado la defensa de Bagdad. Algunas embajadas occidentales, como las de EEUU y Australia, han comenzado a evacuar parte de su personal de la capital iraquí. Washington ha anunciado también el refuerzo de su sede diplomática en la Zona Verde de Bagdad.