La crisis ucraniana

El Gobierno de Ucrania ordena desarmar a los ultras de Maidán

Kiev justifica la medida por el creciente ambiente de violencia en las calles

IRENE SAVIO
KIEV

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Con la evidente intención de liberarse del grupo neonazi Pravy Sektor, el Parlamento de Kiev pidió ayer al Ministerio de Interior y a las fuerzas del orden ucranianas que despojen de sus armas a todos los grupos de civiles que se han armado en los más de tres meses de protestas en Maidán. La razón es que hay «un creciente ambiente de violencia» en Ucrania, lo que, según el Gobierno ucraniano, complica la relación con Rusia, país que ya ha justificado su intervención en Crimea con que había habido amenazas contra los rusófonos ucranianos.

La decisión fue adoptada después de que en la noche del lunes se produjera un tiroteo en los alrededores del Hotel Dnipro de Kiev -lugar en que Pravy Sektor mantuvo su cuartel general en las últimas semanas-, que acabó con tres heridos, uno en estado grave, según la versión del Gobierno de Kiev. «Un tal Orest del Pravy Sektor abrió fuego frente a la cafetería Mafia cerca de Maidán», afirmó el ministro de Interior del país, Arsén Avákov, quien no simpatiza precisamente con el grupo que el viernes pasado rodeó el Parlamento pidiendo su dimisión.

En este contexto, el presidente interino de Ucrania, Alexánder Turchínov, precisó que «solo los miembros de las fuerzas armadas de Ucrania, la Guardia Nacional o el servicio de seguridad estatal (SBU, unidad antiterrorista) pueden llevar armas». Si no pertenecen a estas fuerzas, serán considerados «saboteadores que actúan contra Ucrania», argumentó, aunque no está claro si el desarme completo de Pravy Sektor es realista en un corto plazo.

La complicación procede del hecho de que el Gobierno ucraniano, en el que hay varios personajes cercanos a los indignados de Maidán, llegó al poder tras los violentos enfrentamientos de febrero con la policía ucraniana, en los que también participó activamente Pravy Sektor. Algo que, a pesar del escaso apoyo popular de estos (en torno al 0,9%), ha hecho que este grupo reivindique una presencia en la toma de decisiones sobre el futuro del país.

«El problema es que Pravy Sektor quiere adquirir visibilidad a través de la confrontación directa y esto no es posible», explicó recientemente a este diario Vasyl Myroshnychenko, uno de los fundadores de Ukraine Media Centre, cercano al Gobierno y financiado por la Fundación Renaissance, de George Soros.