LAS HIPÓTESIS DE LOS ESPECIALISTAS

Expertos y pilotos ponen el acento en una avería de los Boeing

La corrosión en el fuselaje de la antena habría convertido al avión en un zombi

MANUEL VILASERÓ / Madrid

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La opción de que la desaparición del avión de Malaysia Airlines y su largo periplo detectado por un satélite se deba a una avería no puede descartarse con los datos que hay sobre la mesa. Aunque parezca inverosímil que no sean las manos de un secuestrador las que lo dirigieran, existe un explicación coherente y plausible para ello: un defecto en el fuselaje podía haber dejado incomunicado al aparato y sin oxígeno a los pilotos, convirtiendo al avión en un zombi guiado por el piloto automático hasta que se precipitó en el mar tras siete horas de vuelo. Así lo afirman pilotos al mando de Boeing 777-300 que prefieren mantener el anonimato y otros expertos como el abogado español especializado en siniestros aéreos, Carlos Villacorta.

La avería es una corrosión en el panel que sustenta la antena de comunicaciones que la FFA, el organismo de seguridad aérea estadounidense, detectó en 120 Boeing 777 de compañías de su país. La FFA dictó a finales del año pasado la obligación de revisar todos los modelos porque "la corrosión podía provocar una descompresión" de la cabina que podía llegar incluso a la "desintegración" de la nave.

Cuando se produce una descompresión a más de 10.000 pies, las máscaras de oxígeno saltan en la cabina de los pasajeros porque a esas alturas apenas se puede respirar, pero en la cabina de los pilotos son estos quienes deben activarlas. Si no lo hacen, en cuestión de minutos pueden sufrir un desvanecimiento por hipoxia (falta de oxígeno) sin que ni siquiera lleguen a darse cuenta.

Según esta hipótesis, la primera reacción del comandante y el copiloto habría sido la que marca el manual. Dar media vuelta para volver al aeropuerto de partida y bajar de los 35.000 pies a los que volaban hasta los 10.000, donde sí hay oxígeno suficiente. Para ello debían reprogramar el piloto automático varias veces porque el descenso debe ser gradual. Pero solo les habría dado tiempo a hacerlo una vez si no activaron las máscaras de oxígeno y se desmayaron. No es descabellado que en una situación de emergencia donde suenan varias alarmas, los pilotos olviden colocarse las máscaras. Ocurrió el año 2005. Un Boeing 737 de la compañía Helios con todos los pasajeros y la tripulación asfixiados navegó zombi hasta que se estrelló en Grecia.

En el sur del Índico

La avería de la antena, según el manual de Boeing, puede dejar fuera servicio total o parcialmente los ACAR (los datos de mantenimiento que cada media hora se transmiten al fabricante), los datos enviados a las torres de control y la comunicación por satélite.

Si esto fuera cierto, el MH370 habría seguido volando las siete horas que registró un satélite hasta que se quedó sin combustible y se estrelló en el sur del océano Índico, una zona donde las profundidades llegan a superar los 5.000 metros. Los pasajeros habrían fallecido mucho antes de hipoxia porque las máscaras solo suministran oxígeno durante 20 minutos.