FUERTE TEMPORAL EN EL REINO UNIDO

El temporal no da tregua al Reino Unido y abre un frente a Cameron

Michael Simmonds, de Eghan, camina por la cocina de su casa inundada.

Michael Simmonds, de Eghan, camina por la cocina de su casa inundada.

BEGOÑA ARCEi
LONDRES

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La lluvia y las inundaciones no dan tregua a los británicos. Después de una ligera mejoría ayer miércoles, el pronóstico vuelve a ser de grave empeoramiento, con severas precipitaciones esta noche, acompañadas de fuertes vientos. El suroeste de Inglaterra, una de las zonas más castigadas por las inundaciones desde Navidad, vuelve a estar hoy en estado de prealerta.

El temporal alcanza también a David Cameron. El Gobierno ha reaccionado tarde, con desconcierto y torpeza. Dentro del Gabinete ha habido enfrentamientos, tratando de eludir responsabilidades y echarse mutuamente la culpa. Tampoco está claro qué significa la ayuda ilimitada que ha ofrecido Cameron para luchar contra las inundaciones.

El Servicio Meteorológico ha advertido de que en algunas áreas lloverá esta semana el equivalente a lo llovido el mes de febrero de otros años. Los expertos hablan del  invierno más húmedo registrado hasta ahora. Hay tal cantidad de agua filtrada que el terreno rebosa por todas partes porque ya no tiene dónde recalar.

NIEVE Y VIENTOS/ La tormenta que viene del Atlántico se aproxima también con nieve y vientos de cien kilómetros por hora a Escocia e Irlanda del Norte. En la ribera del Támesis al oeste de Londres, otra de las zonas más afectadas, sigue habiendo 14 alertas máximas, por los desbordamientos del río. Los equipos de emergencia rescataron a 850 personas en Surrey, atrapadas por las aguas.

El impacto de las persistentes lluvias y vendavales está siendo devastador, aunque hasta el momento, solo hay que lamentar una víctima mortal. Unos 56.000 hogares estaban a última hora de ayer sin luz. Equipos holandeses de extracción de agua se hallaban en Somerset drenando agua. Pero no hay tiempo material para reparaciones y para paliar los daños más urgentes, antes de que nuevamente comience  el temporal. En el noroeste de Gales, donde han llegado a soplar vientos de hasta 174 kilómetros por hora, la jornada se dedicó a retirar tejados destruidos, coches convertidos en chatarra y troncos de árboles que cortaban calles y carreteras.

«Fue horrible. Fue como un huracán. Se lo llevó todo por delante», decía la vecina de una  de las localidades afectadas. La autopista M6 permaneció varias horas cortada y numerosas líneas de tren siguen suspendidas. Es el caso de la que bordea la costa oeste de Inglaterra o la utilizada por miles de trabajadores cada día entre la estación londinense de Paddington con Reading y Oxford.

La crisis metereológica puede dañar las perspectivas electorales de los conservadores el próximo año. Su estrategia está basada fundamentalmente en la reactivación de la economía, que va a quedar ahora muy dañada. Los daños son enormes. Algunas fuentes hablan de 15.000 millones de libras (unos 18 millones de euros). Existe el peligro de que las inundaciones se repitan el año que viene, antes de las elecciones.