Egipto entierra Tahrir

La transición no consigue resistir al choque de los islamistas y el Ejército que polariza el país

Un simpatizante de Mursi grita desde lo alto de la mezquita de Al Fath

Un simpatizante de Mursi grita desde lo alto de la mezquita de Al Fath / periodico

KIM AMOR (enviado especial) / El Cairo

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Han bastado dos años y medio para acabar con la esperanza de unEgiptomás libre y democrático, a través de un proceso que se preveía largo y lleno de dificultades y con el que se pretendía dejar atrás más de 60 años deregímenes militares. Latransiciónque nació tras larevolución del 25 de enerode 2011 no ha resistido el choque entre las dos fuerzas que han protagonizado la historia política del país en las últimas décadas: elEjércitoy losislamistas Hermanos Musulmanes.

La ansiada cohabitación ha fracasado. Estos días laplaza Tahrir, uno de los símbolos de la denominadaprimavera árabe, está vacía de gente y de espíritu revolucionario. El balance hasta ahora delgolpe de Estadodel pasado 3 de julio que echó del poder alpresidente electo,Mohamed Mursies desolador. Cientos de muertos y miles de heridos, un país en bancarrota y una sociedad en extremo dividida, en la que anida elodioy lased de venganza.

La caída deHosni Mubarakeliminó una de las piezas claves del sistema de poder egipcio, pero no la más importante, un Ejército que controla parte de la economía del país y que nunca ha visto con buenos ojos someterse a una autoridad civil. LaJunta militarque se hizo con las riendas del país tras la caída de Mubarak diseñó unplan de transiciónque despertó el recelo y la desconfianza de las fuerzas políticas. Se llevó a cabo a golpe de improvisación, con continuas protestas en las calles y fuertes dosis de represión.

Losislamistassupieron aprovechar la situación. Los Hermanos Musulmanes eran la fuerza mejor preparada y organizada. Décadas detrabajo solidarioy comunitario en losbarrios popularesde las grandes ciudades y en laszonas ruralesolvidadas por el Estado convenció pronto a muchos egipcios de que era una organización eficiente y honesta.

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