LA CAMPAÑA DEMÓCRATA DESDE DENTRO

Historias de votantes de Obama

Partidarios de Obama de Washington DC se alistan para viajar a Virgina para hacer proselitismo.

Partidarios de Obama de Washington DC se alistan para viajar a Virgina para hacer proselitismo. / periodico

Montse Prats

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Siete de la mañana de un sábado. Las calles del animado barrio de Adams Morgan enWashington DC están tranquilas a esas horas Bien, no todas. En una zona de aparcamiento al aire libre se ha formado una larga cola que casi da la vuelta a la manzana. Muchas personas llevan maletas. Son voluntarios que se disponen a pasar entre uno y cuatro días haciendo campaña en el trascendental estado vecino de Virginia. Nos apuntamos en la lista. "¿Tienes coche? ¿a cuántas personas puedes llevar?" Hay café y donuts para calentar y endulzar la espera.

Austines uno de los conductores, le entregan un mapa y las instrucciones para llegar.Alyssale va indicando el camino. Nos dirigimos haciaRichmond, la capital del Estado. TantoObama como Romney ya han estado aquí haciendo campaña. Llegamos a la casa deJoe, que ha ofrecido su hogar como base para los voluntarios que tienen que trabajar en la zona. La casa es modesta, en un barrio pobre, de mayoría negra. Joe andará por los 70 años. Tiene un hijo de unos 35 con síndrome de Down. Vamos pasando en grupos pequeños a la cocina para queMatt,uno de los coordinadores, nos explique nuestro cometido.

Recelos

Nos repartimos por diversas zonas. Cada uno con una lista de personas a las que tenemos que recordar cómo se vota, cuándo se vota y dónde. Las casas están bastante separadas las unas de las otras. Muchas carecen de timbre. En algunos casos, la puerta delantera parece ser un mero formalismo del constructor; la gente hace su vida en el patio de  atrás. Subimos las escaleras para llamar. No parece que reciban muchas visitas. Se asoma un chico negro aún medio dormido, me ha parecido ver una pistola en la mano que esconde tras la puerta. Según nuestra lista, tiene 18 años. Le explicamos que somosvoluntarios por Obama y se relaja. Al poco tiempo aparece su hermano mayor y nos dice que sí, que votarán por Obama y que su madre está trabajando, pero que también le  votará.

La mayoría nos reciben con recelo.Shandyes la primera blanca que me encuentro en la zona. Es joven, parece asustada. Cuatro o cinco niños corretean por la casa. La más pequeña se acerca a la puerta y ella la portege arrastrándola detrás suyo. Aún lleva la ropa del trabajo y tiene cara de cansada. Le muestro mi mejor sonrisa, le explico que soy  voluntaria en la campaña de Obama. "Quiero votar por él. Las  elecciones son el lunes o el martes, ¿no?". Se oyen gritos en la cocina.  Alguien ha roto algo. Shandy me mira con angustia, no quiere ser maleducada. Me despido con prisa.

También al principio,Doramantiene cerrada la segunda puerta, la que da al exterior, de rejilla. Pero la abre para recoger los folletos informativos que le ofrecemos. "¿Sabéis  qué?", nos pregunta con una sonrisa. "Mi padre lleva toda su vida votando a los republicanos. Es un veterano de guerra y necesita asistencia médica. Hoy me ha llamado y me ha dicho que votará por Obama". Nos desea buena suerte.

Por la zona algunas casas tienen colgadala bandera de la Confederación . En una hay un cartel que la identifica como miembro del Tea Party.

Granos de arena

La siguiente casa parece vacía. Oigo una voz desde una furgoneta aparcada cerca. "Vuelve a llamar, ¡ese hijo mío no se entera!". En realidad, según la lista, buscábamos a una mujer. Le pregunto si esDeereva. Se trata de una señora formidable de 74 años. Se apoya sobre una muleta. "Ya he votado. Tal y como estoy, he podido hacerlo antes --el voto por correo enVirginiaestá permitido en algunos casos, como en el de enfermedad--, pero si hubiera tenido que ir  lo habría hecho, aunque fuera en una camilla".

Austin le ayuda a bajar del vehículo."Nos jugamos mucho", dice.”Y ya sé que cada voto cuenta, cada voto es importante". Lo es, realmente, porque, según las encuestas, los dos candidatos tienen posibilidades en Virginia.

Segúnel sistema electoral estadounidense, quien gana el estado aunque sea por una diferencia mínima, gana todos los "votos" ese estado. Quien sume un total de 271 será el próximo presidente de los Estados Unidos. "Estas personas están convencidas de que su vida es mejor con Obama en la presidencia y no quieren perder eso", comentaTarikya en el viaje de vuelta.

Cada uno busca sus razones. También entre los voluntarios.Jillianquiere entrar en la facultad de derecho y trabajar para defender los derechos humanos. Admira aBaltasar Garzón, porque actúa, aunque sea controvertido", me dice.Sarah se presenta a las elecciones como representante de barrio, otra de las votaciones que se decide el martes en Washington DC. "Es poco lo que podemos hacer --confiesa--, pero ahí estamos". Sea como sea, cada uno está convencido de que tiene que depositar su grano de arena.