TRAGEDIA MARÍTIMA

Mueren frente a las costas griegas 60 inmigrantes al hundirse su barca

Un submarinista recupera del mar el cuerpo de una niña fallecida en el naufragio, ayer, cerca de Samos.

Un submarinista recupera del mar el cuerpo de una niña fallecida en el naufragio, ayer, cerca de Samos.

ANDRÉS MOURENZA
ATENAS

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Al menos 60 inmigrantes fallecieron ayer ahogados en las aguas del mar Egeo mientras trataban de ganar territorio europeo en una de las islas griegas. La tragedia se produjo cuando una pequeña embarcación, en la que viajaban más de un centenar de inmigrantes -la mayoría de origen palestino, sirio e iraquí-, intentó cubrir los pocos kilómetros que separan la costa turca de la isla griega de Samos en la noche del miércoles al jueves. Sin embargo, el barco apenas logró cubrir una gran distancia ya que, no soportando el sobrepeso, hizo aguas y se hundió.

Los equipos de la Guardia Costera turca acudieron al rescate pero solo lograron salvar a 50 personas, entre ellas a dos hombres de nacionalidad turca -el capitán y su ayudante- que fueron inmediatamente arrestados bajo los cargos de «tráfico de seres humanos» y de «poner en riesgo la vida» de los inmigrantes, según informó el canal turco NTV.

TRES BEBÉS / «La última cifra de muertos que tenemos es la de 60 personas, incluidos 11 hombres, 18 mujeres y 31 menores de edad, de ellos tres bebés», explicó el gobernador de la provincia turca de Esmirna, Tahsin Kurtbeyoglu, a la agencia Reuters.

La frontera entre Turquía y Grecia es desde hace unos años el principal punto de entrada irregular de la inmigración que pretende llegar a la Unión Europea. En el 2007 y el 2008, las aguas del Egeo que separan Turquía de las cercanas islas griegas fueron escenario de trágicos accidentes en los que perecieron cientos de personas. De ahí que, debido a la dificultad y al incremento de la vigilancia costera, las rutas migratorias se trasladasen más al norte, a los 200 kilómetros de frontera terrestre que comparten ambos países y en los que apenas hay que salvar un río, muy difícil de vigilar

Sin embargo, en los últimos meses, el Gobierno griego que dirige el conservador Antonis Samarás ha declarado una guerra a la inmigración irregular y, además de importantes redadas muy criticadas por las organizaciones de derechos humanos, ha desplegado cerca de 2.000 efectivos de policía en la frontera terrestre con Turquía. Por ello, los inmigrantes han regresado a la peligrosa ruta del mar Egeo.