CONCESIÓN DEL PREMIO NOBEL DE LA PAZ 2011

Otra forma de actuar es posible

EVA PERUGA

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La concesión delPremio Nobel de la Paz a las liberianasEllen Johnson-Sirleaf y Leymah Gbowee y a la yemeníTawakul Karman no es un reconocimiento a tres activistas a favor de losderechos de las mujeres. O no solo eso. Las tres destacan por desempeñar un papel transformador de la sociedad de sus respectivos países. Johnson-Sirleaf se convirtió, en el 2005, en la primera mujer elegida para la presidencia de un país africano. Su mandato era sacar aLiberia de las ruinas de décadas de guerra y de abuso. Si quería alcanzar ese objetivo, no tenía más remedio que mirar hacia las mujeres, víctimas de la violación como arma de guerra, sustento de las familias al quedarse viudas o huérfanas, y núcleo de una actividad económica floreciente pero castigada por una práctica social de ninguneo. Levantar el país no era posible sin ellas. Su preparación libre de prejuicios siembra de aciertos su política.

Esa es una parte fundamental de la filosofía del Nobel de este año. La gestión política y social no puede hacerse al margen de las mujeres. El premio normaliza el liderazgo femenino que, por si no fuera difícil, se desarrolla en circunstancias de extrema adversidad. Tal vez por ello, se formula con decisión integradora y liberadora de toda la sociedad. El modelo de las tres premiadas es, además, un mensaje para las mujeres de África y Oriente Próximo, donde sus derechos acostumbran a estar pisoteados y hurtados a sus planes vitales.

El premio alienta la presencia de las mujeres en áreas cercadas por los hombres como las jefaturas de Estado o de Gobierno, las tareas de mediación en conflictos, en el caso de la liberiana Leymah Gbowee, o de la utilización de las redes sociales para espolear a los sátrapas, como sucede con la yemení Tawakul Karman. Otra forma de hacer es posible. Y esta forma, en una línea que parece imponerse estos meses en el mundo, es pacífica.

Por último el Nobel nos recuerda que en la mayoría de los países del mundo, las mujeres aún están luchando por lo más elemental. Su voz es la de todo el mundo.