REVUELTA EN TÚNEZ

Ganuchi promete legalizar todos los partidos políticos y da tres ministerios a la oposición

El primer ministro interino suprimirá el Ministerio de Información y excarcelará a los presos políticos

El primer ministro de Túnez, Mohamed Ganuchi, se dirige a atender a los medios de comunicación, el lunes, en Túnez.

El primer ministro de Túnez, Mohamed Ganuchi, se dirige a atender a los medios de comunicación, el lunes, en Túnez. / ZB/dh

MARC MARGINEDAS / Túnez

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Tres ministros en carteras de peso limitado. Esa será, de momento, la representación con la que contarán las fuerzas políticas opositoras al expartido gubernamental tunecino Agrupación Constitucional Democrática en el Ejecutivo de transición cuya composición ayer anunció el primer ministro interino, Mohamed Ganuchi.

Acompañado de otros gestos aperturistas --excarcelación de presos políticos, supresión del denostado Ministerio de Información y legalización de todos los partidos que así lo deseen-- el jefe del Gobierno intentaba ayer convencer a los tunecinos y a la reprimida disidencia, tanto en el interior como en el exterior, de su verdadera voluntad de cambio.

Ganuchi ha afirmado que llevará ante los tribunales a los responsables de la represión de los últimos días y ha defendido la composición de su Ejecutivo de unidad nacional por el "interés del país". También se ha mostrado confiado en poder celebrar unos comicios "libres, transparentes, controlados por una comisión independiente y con observadores internacionales".

Este martes poco a poco van abriendo los comercios, tras pasar una noche tranquila. La tensión ha bajado considerablemente en las calles e incluso en algunas vías, como la avenida de Habib Burguiba, se ven tanques adornados con flores.

Primeras voces críticas

Sin embargo, las primeras voces críticas empezaron a oírse ya. Una manifestación de un millar de personas fue dispersada a mediodía de ayer con gases lacrimógenos y cañones de agua cuando pretendía desfilar por la céntrica avenida de Habib Burguiba exigiendo una ruptura real con el depuesto régimen y la formación de un Consejo Constiticional con los movimientos sociales participantes en la Revolución del Jazmín.

Fuentes diplomáticas occidentales hicieron hincapié ayer en que para que el país pueda seguir funcionando es necesario que en el Ejecutivo no haya "solo voces disidentes", sino también gente "con experiencia política". No obstante, desde el exterior, dos destacados líderes opositores, el activista de los derechos del hombre Moncef Marzuki y el líder de los islamistas de En Nahda, Rachid Ganuchi, expresaron su decepción y demandaron la formación de un Consejo Constituyente que elabore una nueva Carta Magna e impida que un presidente se convierta en un tirano.

La ciudad de Túnez va poco a poco recobrando la normalidad, y en el centro empiezan a abrirse cafés y hasta alguna que otra sede bancaria atendió a clientes. Los saqueos parecen haber remitidos y ya no se observan columnas de humo sobre el cielo de Túnez producto de incendios. Los ciudadanos aplaudían al paso de los vehículos del Ejército, al que agradecían haberse puesto del lado de los manifestantes en las horas que precedieron a la marcha de Zine el Abidine Ben Ali del poder.