Filtraciones de impacto

Una vida nómada y huidiza

Julian Assange, director de Wikileaks, evita siempre dejar rastro

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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La vida envuelta en secreto, a la fuga, marcó desde muy temprano la andadura de Julian Assange, nacido hace 39 años en Townsville (Australia). Huyó con su madre y su hermanastro de un padre adoptivo metido en una secta. En su currículo profesional aparece la piratería informática pero ha sido el periodismo su principal trabajo desde los 25 años.

En diciembre del 2006 fundó Wikileaks, la gran plataforma de las filtraciones -leaks en inglés- que ha publicado documentación relevante de cuestiones tan diversas como ejecuciones extrajudiciales en Kenia, vertidos tóxicos en Costa de Marfil y racismo en las filas de los partidos británicos, provocando escándalos empequeñecidos más tarde por la revelación de documentos de las guerras en Irak y Afganistán.

Ahora enfrenta acusaciones de acoso sexual a dos mujeres en Suecia. El país escandinavo, bastión de garantías para la prensa, le denegó, sin embargo, el permiso de residencia.

Los que le conocen coinciden en definirlo como una persona extremadamente inteligente y muy carismática. Cambia frecuentemente de móvil, encripta todas sus comunicaciones, paga en metálico y se registra en los hoteles con nombres falsos. Unas precauciones básicas en una vida nómada y huidiza.