REVELACIONES SOBRE UN INTENTO DE MAGNICIDIO NOVELESCO

El último disparo de Agca

A solas 8 El Papa Juan Pablo II visita a Ali Agca, en una cárcel de Roma en 1983.

A solas 8 El Papa Juan Pablo II visita a Ali Agca, en una cárcel de Roma en 1983.

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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Ali Agca ha sembrado su camino de muchas mentiras, provocando una gran confusión. Tal vez esté tan loco como algunos dicen, pero nunca había desvelado quien armó su mano el 13 de mayo de 1981, cuando el entonces militante de la extrema derecha turca disparó contra Juan Pablo II en la plaza de San Pedro.

En casi 20 años, los investigadores se han topado con una pista que desde Bulgaria y pasando por la ya hoy inexistente República Democrática de Alemania llevaba hasta Moscú . Otra pista, de signo opuesto, llevaba desde los ultraderechistas Lobos Grises de Turquía hasta la CIA de EEUU. Probablemente conozcan algo los servicios secretos franceses, que poco antes informaron formalmente al Vaticano sobre un atentado en ciernes.

El ahora hombre maduro de 52 años dio la última y espectacular versión este martes en el programaMorada cósmicade laTRT, canal público de Turquía, afirmando que el complot contra el papa polaco fue«organizado y planificado»por el entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Casaroli.

Tras cumplir 19 años de prisión en Italia y algunos en Turquía, un Agca ya libre dice que«detrás de la tentativa de matar al Papa estaba el Gobierno del Vaticano». Puntualiza que le pagaron unos 50.000 dólares y que el atentado lo preparó con el llamadopadre Michele, supuesto agente que le indicó Casaroli.«Hice unas pruebas del atentado con el padre Michel y otro agente vaticano y estuvimos incluso en la plaza de San Pedro para planificarlo», añade. Sobre la pista búlgara-alemana-soviética, explica que«fue creada expresamente para hundir a la URSS»y como colofón subraya que, cuando dos años después de dispararle, Juan Pablo II le visitó en la prisión romana de Rebibbia, no le preguntó nada sobre«los inductores del atentado, porque sabía muy bien que detrás estaba el Vaticano».

Agca interpreta el atentado a su manera:«Yo era anticomunista, el Vaticano era anticomunista, la CIA era anticomunista, querían detener el Partido Comunista Italiano y contribuir a la caída de la Unión Soviética. Todo funcionó tal y como fue planeado».

A lo largo de los años, Agca ha dicho cosas verosímiles o disparatadas y de sí mismo afirma que no es«Dios, ni el hijo de Dios, ni Jesús, sino el Mesías». En el 2006 proclamó el fin del mundo y en la prisión turca ha escrito«otra Biblia», que envió al Papa.

La caída del comunismo

Karol Wojtyla fue elegido en 1978. Poco después en Polonia surgió el sindicato ilegal Solidaridad, que actuó como ganzúa desestabilizadora del régimen comunista, acelerando la caída de la URSS. Wojtyla y el Vaticano colaboraron en aquellos años con Ronald Reagan en hundir el comunismo en Polonia, apuntando a Moscú. El mismo jefe de la CIA, Vernon Walters, informaba al Papa, como demostraron Carl Bernstein y Marco Politi en el libroSu Santidad.

Moscú podía tener interés en deshacerse de un Papa desestabilizador, pero también la CIA, para poder culpar a los soviéticos. Casaroli fue también secretario de Estado con Pablo VI y Juan Pablo I. Juan Pablo II lo mantuvo nueve años.

El cardenal, en sus memorias, no citó siquiera algunas de las intervenciones vaticanas en el tablero del mundo, como en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba (1962), ni qué informaciones tuvo sobre el atentado en la plaza San Pedro de 1981.