UNA MISIÓN INTERNACIONAL QUE DURA NUEVE AÑOS

Zapatero descarta retirar a España del «escenario bélico» de Afganistán

JUAN RUIZ SIERRA / Madrid

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Algo del optimismo que rezuma José Luis Rodríguez Zapatero cuando habla del rumbo de España se trasladó ayer a Asia central. «La misión en Afganistán puede ganarse», dijo el presidente del Gobierno durante el primer debate en el pleno del Congreso de los Diputados dedicado al conflicto. Zapatero no solo aceptó exponer su posición en la Cámara sino que no tuvo reparo en admitir, por primera vez, que el contingente español se halla en un «escenario bélico». Una expresión ya utilizada anteriormente por la ministra de Defensa, Carme Chacón, que sirve al Gobierno para describir la verdadera naturaleza de la misión en Afganistán sin tener que pronunciar la palabra guerra como desde hace tiempo le reclama la oposición.

La presencia de tropas españolas en el país asiático se prolonga desde hace nueve años sin que se perciban excesivas mejorías en el país. Así que la cuestión es cuándo llegará la victoria profetizada por Zapatero (si es que llega), y a qué precio, porque tanto en EEUU como en Europa crecen las voces que opinan que los beneficios de continuar en el que fuera santuario de Osama bin Laden no compensan el coste económico y en vidas humanas.

España, por ejemplo, ha destinado 1.900 millones de euros a una operación militar en la que han perdido la vida 93 de sus ciudadanos. Las últimas víctimas fueron los dos guardias civiles que fallecieron junto a su intérprete el pasado 25 de agosto en la base de Qala-i-Naw, un atentado por el que, según avanzó el jefe del Ejecutivo, ya se ha detenido a cuatro personas.

OBJETIVOS Y PLAZOS / ¿Cuándo se retirarán los 1.500 soldados españoles destacados en Afganistán? «Los objetivos están por encima de los plazos -señaló Zapatero-. Debemos permanecer mientras sea necesario, mientras estén en peligro la seguridad del país y de la región, la seguridad global y la seguridad de los españoles». Los soldados, dijo, seguirán allí hasta que se ponga fin a la «amenaza» terrorista porque «nuestra seguridad hoy no tiene fronteras»; y cuando vuelvan, lo harán de la mano de la ISAF (siglas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad), pues España, a diferencia de Canadá y Holanda, no se plantea en ningún caso una retirada unilateral.

Así que no hay plazos. Lo único que concretó Zapatero, que no se refirió al plan de EEUU de comenzar el repliegue de sus militares en julio del año que viene, fue que el próximo 20 de noviembre, durante la cumbre de la OTAN en Lisboa, quizá pueda esbozarse un calendario.

Fue el de ayer un debate de enjundia, alejado de ese y tú más que constituye la base de las críticas que se lanzan socialistas y populares. De hecho, Mariano Rajoy aplaudió que el Ejecutivo antepusiera la consecución de los objetivos a cualquier fecha de repliegue, y lo único que le afeó fue la supuesta falta de información que ha proporcionado el Gobierno sobre este conflicto

«Sé que la ciudadanía se pregunta qué hacen nuestros soldados en un país tan difícil», admitió el presidente. Es cierto: según una encuesta difundida ayer por la Fundación BBVA, el 70% de los españoles creen que las tropas deberían retirarse inmediatamente o en el 2011.