La jornada

Sarkozy y Carla Bruni se casan en la intimidad en el palacio del Elíseo

JOSÉ A. SOROLLA
PARÍS

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Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, y Carla Bruni, cantante y exmodelo, se casaron a las once de la mañana de ayer en el palacio del Elíseo en una ceremonia de 20 minutos ante una veintena de familiares y amigos y con un invitado inhabitual, el sol que lucía en París. La novia, soltera, iba de blanco y el novio, padre de tres hijos, que celebraba su tercer matrimonio, vestía traje y corbata.

Como se jacta de hacer con todo, Sarkozy cumplió en este caso también lo prometido. El pasado 8 de enero insinuó ante 600 periodistas que se casaría con Carla Bruni, pero que la prensa se enteraría cuando ya fueran marido y mujer. Eso es exactamente lo que ocurrió ayer.

La noticia la divulgó el oficiante, François Lebel, alcalde del distrito 8° de París. "He casado a dos electores del distrito 8° que viven en el 55 del Faubourg Saint-Honoré" (dirección del palacio presidencial), dijo Lebel. "Ella estaba radiante, como habitualmente". "Les he deseado mucha felicidad", explicó Lebel, que encontró a los contrayentes "emocionados y enamorados". "Ha habido un intercambio de alianzas y el tradicional beso. Nada excepcional, salvo que esto ha pasado en el primer piso del Elíseo", continuó Lebel, convertido en protagonista por ser la única fuente informativa del acontecimiento. La ceremonia se cerró con la toma de un zumo de naranja.

A las 17.45, seis horas y media después, el palacio del Elíseo emitió un comunicado de poco más de dos líneas, que dice: "La señora Carla Bruni Tedeschi y el señor Nicolas Sarkozy anuncian que se han casado esta mañana en presencia de sus familias en la más estricta intimidad".

TESTIGOS DE LUJO

La ceremonia no se celebró en la alcadía del distrito ni tampoco se publicaron los bandos habituales, con autorización de la fiscalía, para preservar la intimidad. Los testigos fueron de lujo. Por parte del novio, Nicolas Bazire, alto cargo del grupo de lujo LVMH y antiguo colaborador del exprimer ministro Edouard Balladur, y Mathilde Agostinelli, responsable de comunicación de Prada en Francia. Por parte de la novia, el músico Julien Civange y la exmodelo Farida Khelfa.

Curiosamente, Agostinelli es íntima amiga de la anterior esposa de Sarkozy, Cécilia, de la que se divorció a mediados de octubre. Un mes más tarde, Sarkozy conoció a Bruni en una recepción en el Elíseo. La cantante integraba una delegación que entregó al presidente un informe sobre la piratería en internet.

Después, Sarkozy pidió al publicitario Jacques Séguela, antiguo asesor del expresidente socialista François Mitterrand pasado al sarkozysmo, que organizara en su casa una cena con Carla y otros amigos. A la salida, Bruni pidió al presidente si un coche oficial la podía acompañar a su casa. Y ahí se inició un idilio que salió a la luz un mes más tarde, el 16 de diciembre, cuando ambos se dejaron ver y fotografiar en una visita a Eurodisney.

DOS MESES DE NOVIAZGO

De forma rápida, como lo hace todo, Sarkozy se ha casado tras un noviazgo de poco más de dos meses. Una razón son los problemas protocolarios que ocasionaba la relación no oficial. Bruni no acompañó al presidente en su visita a mediados de enero a Arabia Saudí ni a final de mes a la India, donde Sarkozy visitó solo el Taj Majal, el "monumento del amor".

El otro problema son los sondeos. Sarkozy está en el nivel más bajo de popularidad desde que fue elegido, con solo un 41% de satisfechos, frente a un 55% de descontentos. Aunque todos los expertos coinciden en que la razón principal de este bajón es el alto coste de la vida, algunos especialistas lo achacan también a la exhibición de la vida privada con formas de nuevo rico. En su partido, la UMP, muchas voces pedían a Sarkozy que se casara pronto para acabar con las habladurías.