El misterio de la viuda rica

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Sin justificaciones aparentes, la viuda de Yasir Arafat ha sido desposeída de la nacionalidad tunecina mediante un decreto presidencial publicado en el boletín oficial. Esta decisión ha coincidido con rumores no confirmados, divulgados porblogsy webs, de que se ha casado en secreto con Lahasn al Trabulsi, cuñado del presidente de Túnez, Zin el Abidín Ben Alí. Suha se ha refugiado en Malta, donde reside su hermano.

La viuda de Arafat ha desmentido la historia del matrimonio. Pero oficialmente, en Túnez no se ha dado ninguna razón para justificar la drástica e inusual decisión del presidente tunecino. Ni tampoco se sabe en qué situación legal quedará Zahwa, la hija de 12 años de Arafat, quien también obtuvo la ciudadanía tunecina el año pasado.

Argumento de telenovela

El giro de esta historia indica que estamos ante unmusalsalat(telenovela), un asunto de familia en el que el poder, el dinero, el amor, la muerte y los lazos consanguíneos tienen un gran protagonismo. Y es aquí donde los rumores se desbordan. Trabulsi iba a casarse con una hermana de Suha, pero quedó deslumbrado por la fortuna de la viuda y cambió de planes.

A sus 44 años, Suha disfruta de una fabulosa herencia, en parte arrancada a los herederos políticos de Arafat cuando este se hallaba en el lecho de muerte. Hay datos que permiten suponer que el acuerdo se cerró en 10,3 millones de euros a pagar repartidos en nueve años, según citaba ayer el diario británicoThe Independent.

Suha, hija de una acaudalada familia palestina cristiana, nunca desempeñó el papel que le tocaba representar tras su sorprendente matrimonio con Yasir. El de sufrida esposa del líder de un pueblo en perpetua bancarrota, desgarrado por la guerra y que siempre ha vivido (y luchado) con la ayuda financiera internacional, fuera o no desinteresada. Ella no había cumplido 30 años y él tenía más de 60. Pero la boda unía en una sola familia las dos grandes religiones palestinas y fue bien valorada, aunque este aspecto pasó pronto a segundo plano.

Suha y Yasir se casaron en secreto en 1990. Muy pronto, el ostentoso estilo de vida de la señora Arafat, su amor por la ropa de marca y el hecho de que viviera en París la mayor parte del tiempo después de su matrimonio le granjearon durísimas críticas. Sobre todo durante el asedio al que Israel sometió al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la Mukata, entre diciembre del 2001 y octubre del 2004, de donde salió, ya gravemente enfermo, para ser trasladado a París, donde murió en noviembre.

Después de la oscura muerte del que fue primer presidente palestino, Suha se trasladó a Túnez, país en el que ya había residido. Durante casi tres años ha llevado una vida discreta en una lujosa villa del barrio de Cartago, de la capital tunecina. Allí trató de recuperarse de las arduas batallas que sostuvo con los sucesores políticos delraispara reclamar su herencia.

Finanzas embrolladas

En el origen del problema del dinero estaba la forma poco transparente y confusa de las finanzas palestinas. Al parecer, muchos de los fondos de la ANP estaban en cuentas a nombre de Arafat, y eso fue el centro de las famosas negociaciones, cuando elraisaún estaba vivo y ella acusó a sus herederos políticos de querer"enterrarlo en vida"para repartirse el dudoso botín.

También acusó a los asesores de su marido de ser responsables de transacciones corruptas, al afirmar que"cada flor hermosa acaba siendo rodeada de malezas".

La fiscalía francesa investigó en el 2003 una transferencia a su cuenta bancaria de 6,7 millones de euros, en medio de la polémica desatada porLe Canard EnchaŒné. Cuando le preguntaron sobre la transferencia, Suha respondió:"¿Qué hay de malo en que mi marido me envíe algún dinero? Estoy trabajando aquí en París en beneficio de mi pueblo".Estas revelaciones alimentaron aún más acusaciones de corrupción en el seno de la ANP. Suha acusó al entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, de filtrar a la prensa la investigación de la fiscalía francesa para distraer la atención de sus propios escándalos de corrupción.