Dos jueces militares paralizan los juicios de Guantánamo

Los magistrados desestiman el cargo de "combatientes enemigos ilegales"

IDOYA NOAIN / NOVA YORK

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Una sola palabra, "ilegales", ha sido suficiente para desbaratar y dejar paralizado el contestado sistema de enjuiciamiento de los detenidos en Guantánamo establecido por la Administración de George Bush. En dos trascendentales decisiones separadas, dos jueces militares retiraron el lunes los cargos contra dos de los 380 presos de la base estadounidense en Cuba por considerar que el Ejército no ha probado que sean "combatientes enemigos ilegales".

Fue el Congreso de EEUU el que, después de que el Tribunal Supremo rechazó el plan de Bush de juzgar crímenes de guerra en tribunales marciales, estableció el año pasado la formación de Tribunales de Revisión de Estatus de los Combatientes. Esos tribunales deben demostrar que los detenidos en Guantánamo son combatientes enemigos ilegales --es decir, que no respetaron normas internacionales de conflicto usando métodos como esconder armas o no vestir uniforme militar--. Según los jueces, no lo han hecho y por eso les dejan sin jurisdicción.

Las sentencias no discuten la culpabilidad o inocencia de Omar Ahmed Khadr --un canadiense de 20 años supuestamente responsable del asesinato de un soldado de EEUU en Afganistán-- ni de Salim Ahmed Hamdan, chófer de Osama bin Laden, pero sus ramificaciones son enormes. El Pentágono debe decidir si recurre las decisiones pero es muy probable que se vea obligado a redesignar a todos los presos para asegurarse que puede encausarlos.