Las reflexiones de una estrella azulgrana

Messi da esperanza

El jugador quiere disputar la final de la Champions y no descarta que el Barça gane la Liga

Messi se oculta tras el libro benéfico 39 historias solidarias alrededor del deporte, escrito por 39 periodistas deportivos catalanes y que él apadrina, ayer en la Torre Agbar.

Messi se oculta tras el libro benéfico 39 historias solidarias alrededor del deporte, escrito por 39 periodistas deportivos catalanes y que él apadrina, ayer en la Torre Agbar.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Después de jugar el "otro partido", como lo calificó el técnico Frank Rijkaard, Leo Messi tomó ayer asiento en el auditorio de la Torre Agbar de Barcelona para apadrinar un libro solidario y, sobre todo, para divulgar un encendido mensaje de esperanza. Tan ilusionado anda Messi que hasta incluso cree que Ronaldinho no se irá del Barça, aunque no olvida el drama que vivió en los meses previos a la Champions de París.

"Tengo una espina clavada, no pude jugar los últimos partidos en la Champions de París del 2006. Esta vez quiero jugar la final", dijo el joven argentino, quien ni siquiera disputó un minuto en el choque ante el Arsenal. Ahora, recién recuperado de su lesión muscular, se ha presentado con el equipo una semana antes de lo previsto (ya jugó unos minutos en Huelva) y Messi cree que el Barça puede ganarlo todo: Champions y Liga incluida. "Está difícil, pero es posible". Pero todo empieza mañana con el derbi, partido de ingrato recuerdo en el barcelonismo.

"MINUTOS EN EL DERBI"

En la pasada Liga, Tamudo, con dos goles, silenció el Camp Nou y el título se marchó hacia el Bernabéu. Por eso Messi tiene tantas ganas. "Me irá bien jugar contra el Espanyol, me vendrán bien unos minutos", admitió el extremo, que apadrinó la presentación del libro 39 historias solidarias alrededor del deporte, escrito por 39 periodistas deportivos catalanes, cuyos beneficios se destinarán a la asociación catalana Síndrome X Fràgil. Antes de ese acto, Messi se había encerrado en el gimnasio del Camp Nou más de una hora para fortalecer los músculos en las semanas más decisivas con la visita del Espanyol y el duelo ante el Manchester.

"Ya venía haciendo este trabajo específico antes de lesionarme. Ahora, con más ganas. No quiero volver a recaer de la lesión. No quiero que me vuelva a pasar", reconoció Messi, preocupado porque su cuerpo no le ha dejado vivir tranquilo. El Barça también está preocupado. Sabe Rijkaard que con Leo en el campo se vive más tranquilo. Y, sobre todo, el equipo es mucho más desequilibrante. Y ante la inminente visita del Manchester, aún mucho más. "No, no es un duelo Cristiano Ronaldo-Messi. Es un duelo entre dos grandes conjuntos. Si estamos bien, somos un grandísimo equipo. Podemos pasar", dijo convencido el argentino.

DECO, A PUNTO

Para alimentar más la esperanza que tiene el Barcelona de recuperarse tras una temporada llena de decepciones, Rijkaard rescatará este fin de semana a Deco. Hoy está previsto que reciba el alta médica (se lesionó el pasado 9 de marzo), mañana, si todo va como tiene previsto el holandés, tendrá media hora en el derbi y el miércoles apunta a la titularidad ante el Manchester. Una parte de ese camino ya lo ha recorrido Messi, quien reapareció el pasado fin de semana. El joven destinado a ser la bandera del nuevo proyecto del Barça, pase lo que pase en la próxima semifinal europea. "Yo no pienso en eso, estoy muy tranquilo", dijo el argentino sin dar síntomas de acusar la responsabilidad.

Pero antes de lo que piensa llegará ese momento. En realidad ya ha llegado. Él sí que estará en la semifinal; Ronaldinho, no. Él es el futuro del club; Ronaldinho figura ya como parte del pasado, sin saber siquiera si podrá despedirse de la afición. "No me imagino que se vaya, será una pena para mí. Me ayudó mucho a entrar en el grupo cuando llegué", recordó Messi, resistiéndose a admitir la que ya parece inevitable marcha de su ídolo, amigo y compañero. "Aún tengo la esperanza de que pueda quedarse. Para mí es uno de los mejores jugadores del mundo. Cualquiera querría tenerlo en su equipo", añadió el argentino.

LAS RAZONES DE BERLUSCONI

En el Barça, sin embargo, no se comparte ese deseo de Messi. Por eso, el club autorizó a Roberto de Assis, hermano y agente del brasileño, a negociar con el Milan. Así lo ha hecho, llegando a un principio de acuerdo por cuatro temporadas y ocho millones de euros netos anuales. Falta, sin embargo, el acuerdo entre ambos clubs. Por eso el Camp Nou ha asumido que será muy difícil volver a ver a Ronaldinho (su último partido fue el 9 de marzo). Por eso, él ya hace las maletas para emigrar a Italia. En Milán sí que le quieren.

El círculo virtuoso de Ronaldinho con el Barcelona se quebró hace meses. Ahora, por mucho que le duela a Messi, únicamente falta oficializarlo. "Ronaldinho quiere venir al Milan", declaró ayer Silvio Berlusconi, el dueño del club italiano, a la cadena de televisión Sky. "Quiere venir por tres razones: la primera es que el Milan es el campeón del mundo, la segunda es que hay muchos brasileños y la tercera es que todo el mundo sabe cómo tratamos nosotros a nuestros jugadores".