L’Hospitalet 'indulta' a una de sus principales arterias verdes y conservará los árboles actuales

No habrá tala de árboles en la calle Doctor Martí i Julià de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). Así lo dio a conocer el Ayuntamiento hospitalense este lunes 9 de octubre en un comunicado, en el que explicó que este ‘pulmón verde’ en uno de los barrios con más densidad de población de la Unión Europea “mantendrá los árboles existentes”, una demanda altamente reivindicada por grupos ecologistas y vecinales de la ciudad.

De hecho, algunas de estas entidades habían convocado una concentración para protestar contra esa posible tala de árboles, una manifestación que, pese al anuncio del consistorio, han decidido mantener para “demostrar que seguirán de cerca el proceso” y que seguirán luchando por “un L’Hospitalet más verde”.

Desde el Ayuntamiento niegan que la idea original fuera a suponer una tala masiva como denunciaban los grupos ecologistas y vecinales, pero sí reconocen en que en algunos puntos estaba prevista la sustitución de los árboles actuales por otros nuevos, de modo que el ancho de la calle pasase a ser compatible con la Ley de accesibilidad, obliga a dejar un paso libre para transeúntes de 1,5 metros.

Finalmente, sin embargo, el consistorio ha apostado por un proyecto que supondrá un cambio integral en esta vía de casi un kilómetro de longitud y que atraviesa los barrios de Collblanc y la Torrassa, de modo que se pueda conservar el arbolado existente.

12 meses de obras

Con todo, tal y como ha publicado el consistorio, la remodelación de la calle Doctor Martí i Julià empezará el próximo mes de noviembre y las obras, que tienen un coste de 974.000 euros y se llevarán a cabo por tramos, se alargarán durante unos 12 meses.

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La conservación del arbolado comporta un cambio en la sección de la calle con el fin de cumplir la normativa de accesibilidad. De este modo, la vía pasará a ser de plataforma única con prioridad peatonal, con un ensanchamiento de las aceras que pasarán a tener una anchura de 4,2 en un lado y de 2,2 metros en el otro. “Todo ello permitirá disminuir los gases contaminantes en la zona y fomentar los itinerarios a pie”, reivindican desde el gobierno municipal.

También se renovará el pavimento de la calzada, donde se suprimirá una línea de aparcamiento para posibilitar el ensanchamiento de las aceras y la creación de la plataforma única.

Esta transformación de la calle, con la ganancia para la accesibilidad, “se traducirá directamente en la mejora de la calidad ambiental de la zona, ya que el área destinada a vehículos cederá espacio a favor de los peatones y no sólo se mantendrá la masa arbórea actual de la vía, que será sometida a una poda, sino que en un futuro, cuando lo permita la sequía, se plantarán nuevos ejemplares”, añaden desde el consistorio.