Educación pública

L’Hospitalet clama contra la saturación escolar en el norte de la ciudad: “Estamos al límite”

CCOO exige tres nuevos centros para dar cobertura a los barrios de Collblanc-Torrassa, La Florida y Pubilla Cases

Fachada de la escuela Pau Casals de L'Hospitalet de Llobregat.

Fachada de la escuela Pau Casals de L'Hospitalet de Llobregat. / Ricard Cugat

Àlex Rebollo

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La saturación en las escuelas del norte de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) ha soliviantado a diversos agentes de la comunidad educativa pública de la segunda ciudad catalana. Ayuntamiento y sindicatos concurren en reclamar más recursos y equipamientos al Departament d'Educació para dar salida a las necesidades de los barrios de Collblanc-Torrassa, Pubilla Cases y La Florida-Les Planes.

“En la totalidad de escuelas del norte de la ciudad estamos al límite”, advierte Carles Nadal, delegado sindical de CCOO Educación en L’Hospitalet, quien explica que, desde el sindicato, ya hace tres años que declararon la “emergencia de escolarización” en los barrios de la parte norte del segundo municipio más poblado de Catalunya.

Así, a principios de este curso 2022-23, el Ayuntamiento estimaba que, tras llevar a término la 'matrícula viva' restante del pasado mes de septiembre —referente a las matriculaciones que se producen fuera de plazo—, L'Hospitalet volvería a una ocupación cercana al 99% —teniendo en cuenta tanto pública como concertada—, con excesos del 103-104% en los barrios del norte de la ciudad, donde la presión es más elevada.

Este escenario, reconocían fuentes municipales, dejaba a la localidad prácticamente sin cojín para el resto de la 'matrícula viva' que se produce a lo largo del curso, especialmente durante los meses de enero y febrero, después de que el curso escolar llegue a su fin en Latinoamérica y cuando se concentra la llegada de alumnos de origen migrante a L’Hospitalet y, principalmente, a los barrios del norte.

“Todo el mundo ve la necesidad de arreglar esto, pero no se arregla”, lamenta Nadal. Así, según CCOO, en la zona norte, las escuelas [públicas] ya están tocando el 110% de ocupación [el máximo permitido], algo que se traduce en que si un grupo tiene 25 alumnos por clase, al sumar un 10% de alumnos llegados por matrícula viva, pasa a tener 27 o, en el caso de los centros de máxima complejidad, de 22 alumnos pasa a 24.

El concejal de Educación del Ayuntamiento de L'Hospitalet, David Quirós, remarca que "evidentemente, hay una necesidad importantísima de plazas". "Podemos ir bajando ratios, que con la matrícula viva que tenemos las acabamos superando", incide.

Más grupos ‘bolets’, menos espacios

“Faltan espacios. Tenemos a maestros dando refuerzos en los pasillos porque no hay aulas”, remarca Enric Ràfols, maestro de la escuela Pau Casals de L’Hospitalet, ubicado en el distrito La Florida-Les Planes. Ràfols explica que en el centro en el que trabaja hay ya cuatro grupos extraordinarios, popularmente conocidos como ‘bolets’, aquellos creados una vez la demanda en un curso y una zona es tan alta que obliga a crear una clase extra.

“Son demasiados niños y hay poco profesorado por grupo”, apunta Sally junto a la entrada de la escuela Pau Casals. “Nos han ido quitando espacios. Ya no hay gimnasio de psicomotricidad porque los han convertido en un aula”, añade por su parte Neli. Ambas tienen hijos que estudian en la Pau Casals y reclaman más profesores y refuerzos para la escuela.

Sílvia Ortiz, directora de los Serveis Territorials d’Educació en Barcelona Comarques, recuerda que los problemas de rátios vienen de años atrás y aunque comenta que todas las grandes ciudades metropolitana tienen una ‘matrícula viva’ “destacable”, reconoce la “casuística concreta” de L’Hospitalet, donde, según los datos del Departament d’Educació, en los últimos años se han abierto quince grupos ‘bolets’, cinco de los cuales durante el presente curso.

Por su parte, desde CCOO señalan que la situación del Pau Casals no es extraordinaria y se reproduce a lo largo de la zona norte. Así, defienden que actualmente son dieciocho los grupos ‘bolets’ abiertos.

“Estos grupos extraordinarios ocupan dos escuelas enteras, ya que en un colegio de una línea, si cuentas los tres grupos de infantil y los seis de primaria, te salen nueve grupos por escuela”, enfatiza el delegado sindical de CCOO Carles Nadal, quien, dado el número de grupos extraordinarios y los altos porcentajes de ocupación, reclama a Educació tres nuevas escuelas en el norte de la ciudad para aplacar la alta demanda.

Falta de espacios

Los barrios de Collblanc-la Torrassa, Pubilla Cases y La Florida-Les Planes son una de las zonas más densamente pobladas de Europa, lo que supone un gran inconveniente a la hora de encontrar ubicaciones para, por ejemplo, construir estas nuevas escuelas que reclaman desde CC.OO. “Las administraciones se pasan la pelota. El Ayuntamiento facilita unos espacios que la Generalitat considera que no le sirven y así estamos desde hace tres años”, asevera Carles Nadal.

De este modo, Nadal plantea que, si el problema son los terrenos, "se modifiquen las leyes que hagan falta de modo que permita que espacios más pequeños crezcan en altura". "El Departament tiene unos criterios, que es totalmente lógico, pero cuando te encuentras con una ciudad densa y con poco espacio no puede ser que no se ajuste a esta necesidad", reafirma David Quirós.

Además, el delegado sindical de CCOO explica que, más allá de la saturación, a estos centros llegan muchos alumnos de otros países y que requieren de un proceso de adaptación. “Por ejemplo, chavales que llegan de Ecuador y que, por los motivos que sea, no se han escolarizado en dos años. Entonces llegan y por edad les toca hacer quinto de Primaria, pero hace año y medio que no van a clase; esto supone una dificultad muy grande”, comenta. De hecho, los barrios del norte de la ciudad tienen todos un porcentaje de población extranjera superior al 35%, a mucha distancia de la media de la ciudad (21,86%).

Así lo explica también Enric Ràfols, de la escuela Pau Casals: “Las clases extraordinarias se llenan de alumnado recién llegado y te encuentras que tienes que enseñar catalán a veinte alumnos a la vez. Un alumnado llegado de Brasil o Senegal y que necesitaría de una atención más personalizada. Ràfols señala que en el ‘Aula de acogida’ de su centro, la encargada de enseñar catalán al alumno recién llegado y donde él mismos da clases, “hay 45 alumnos y tenemos un profesor y medio”. Por su parte, David Quirós pide sentarse con el Departament de Educació para que "haya un compromiso real de construir nuevas escuelas, porque necesitamos más plazas".

Preguntada por la posibilidad de construir nuevas escuelas, la directora de los Serveis Territorials d’Educació en Barcelona Comarques, Sílvia Ortiz, dice que “lo estamos estudiando”. “Nos estamos encontrando con el Ayuntamiento para ver cómo estamos a nivel de solares”, añade. Así, como alternativa a la apertura de nuevas escuelas, tanto Ortiz como Quirós explican que trabajan en una nueva zonificación educativa de la ciudad, no tan marcada por las fronteras de los distintos barrios, y que “permitiría conseguir más plazas educativas y luchar contra la segregación escolar”, explica Ortiz.

En Infantil no bajan las ratios

Un ejemplo significativo de las consecuencias de la saturación de las escuelas de L’Hospitalet se encuentra en los alumnos por clase en Infantil 3 —antes conocido como P-3— de las escuelas públicas.

Así, el Departament d'Educació anunció en febrero que, por segundo año consecutivo, reducirá la ratio en I-3, una medida que “beneficiará ya a más de 87.700 alumnos”. De este modo, del total de 2.125 grupos de oferta pública, el 91,3% saldrían con ratio a 20 o menos, cifra que el pasado año fue del 86,1%.

En L’Hospitalet, en el curso 2022-2023, las clases de I-3 se mantuvieron con una ratio de 22 alumnos por clase por el elevado número de alumnos. Para el próximo curso, buena parte de la ciudad sí que podrá salir a 20 alumnos por clase, pero no los barrios del norte de la ciudad, que mantendrán, como mínimo durante un curso más, un I-3 con 22 niños en el aula —sin contar la ‘matrícula viva’—.

“Casi toda Catalunya estará el curso que viene con I-3 a una ratio de 20 alumnos por clase y en algunos municipios, como Castelldefels, bajan aún más”, remarca Carles Nadal.

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