¿Puede un iPad convertir los contenidos a braille?

Consultar un correo electrónico, estudiar los materiales de un curso 'on line' o, simplemente, leer un e-book. Para la mayoría de las personas, ninguna de estas tareas supone un inconveniente. Pero, ¿qué ocurre con las personas con discapacidad visual? Durante su último año de carrera, Kristina Tsvetanova observó los inconvenientes que tenía un amigo ciego para seguir un curso on line. Existen aplicaciones que narran los textos, pero acostumbran a ser lentas y pesadas, sobre todo cuando se trata de textos largos. ¿Imaginas como tiene que ser percibir un libro al completo con una voz metálica y mecánica?

La experiencia de su amigo mostró a Tsvetanova los inconvenientes con los que cuentan las personas invidentes para realizar ciertas tareas más simples y para aprovechar todo el contenido que se genera en internet. Según la investigadora, la falta de materiales en braille (libros comerciales, por ejemplo) desincentiva el aprendizaje para gran parte de las personas invidentes, pese a ser una de las fórmulas más avanzadas.

Tableta traductora

Para ponerle remedio, esta ingeniera industrial creó en el 2014 BLITAB, una tableta capaz de traducir y convertir a braille diferentes tipos de contenidos, incluidos mapas y gráficos. Esta especie de iPad se divide en dos partes: la pantalla superior está basada en una tecnología líquida que interpreta y traduce en pequeños puntos la información que contiene la pantalla táctil situada en la parte inferior. De esta manera, el dispositivo traduce a braille los contenidos de internet cambiando el patrón de la pantalla. El usuario solo debe pasar el dedo por la pantalla superior para consultar los contenidos.

Tsvetanova, que ha recibido múltiples premios como el de Emprendedor Europeo menor de 35 años 2017 del MIT Technology Review y el Premio para Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea, ha realizado pruebas con resultados positivos en más de 3.000 versiones beta a 300 menores en 34 países. El primer modelo comercial del aparato, que se espera cueste cerca de 450 euros, se dirigirá principalmente al usuario final. Según explica su autora, BLITAB también buscará llegar a acuerdos con empresas y gobiernos para fomentar el uso del dispositivo en oficinas y centros académicos.

Mejorar en la alfabetización de los pequeños con problemas de visión, poder aumentar las posibilidades de empleo en adultos invidentes, mejorar su calidad de vida… Las implicaciones de BLITAB pueden ser enormes. No obstante, como explica Tsvetanova, el primer reto es crear una sociedad sin exclusión en la que no hubiera que incluir a nadie.

Fuente: Opinno, editora de MIT Technology Review en español

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