Publicidad desleal

¿Qué le ha pasado a Carlos Rios? El' realfooder' podría tener problemas legales

El influencer acusa a autocontrol de "censura"

El 'influencer' Carlos Ríos, investigado por Consumo por incumplir la normativa de publicidad

Carlos Ríos: ¿Son reales las imágenes de comida de su microscopio?

Carlos Ríos, nutricionista e impulsor del 'realfooding'

Carlos Ríos, nutricionista e impulsor del 'realfooding' / Jose Luis Roca

Alba Aguilera

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Hasta ahora, sabíamos que Carlos Ríos, el influencer que ideó el 'realfooding', había recibido una notificación del Ministerio de Consumo y Agenda 2030 advirtiéndole sobre la "publicidad desleal" que llevaba a cabo en sus redes sociales. Según el creador de contenido, se referían a sus críticas a los políticos por los menús de hospitales, que justamente esa misma semana había compartido por Instagram. Pero, por su parte, el Ministerio decidió responderle y aclarar que la campaña se lanzó meses atrás, por lo que no se podía vincular con las actuaciones recientes que Ríos mencionaba.

Además, la respuesta del Ministerio aclaraba que la campaña no pretendía censurar ningún tipo de contenido, tan solo identificar las publicaciones pagadas. Frente a esta declaración, Carlos Ríos no ha podido contener su opinión y ha aparecido de nuevo en Instagram para contestar al órgano público, acusando a las marcas de ultraprocesados de "censura": "Estoy de nuevo por aquí para explicaros como está la situación", empieza el 'reels', que dura casi 4 minutos.

"Está en juego nuestra libertad de expresión"

Antes de revelar su opinión respecto a la "censura" que dice existir en el mundo de la información alimentaria, Ríos aclara que su publicidad está debidamente señalizada y, como está seguro de ello, se ha prestado al Ministerio de Consumo para que revisen sus contratos publicitarios y, así, ellos mismo certifican si efectivamente están o no bien indicados. Una vez aclarada su posición sobre la publicidad, entra directo al grano: "Para mí que todo esto es una cortina de aire, un desvío de la atención de lo que verdaderamente es importante: y es que está en juego nuestro derecho a la libertad de expresión".

"A mí lo que me preocupa es que en su notificación, el Ministerio de Consumo, me remite a autocontrol". Autocontrol es el organismo independiente de autorregulación de la industria publicitaria en España, integrado por grandes marcas, anunciantes, agencias de publicidad, medios de comunicación y asociaciones profesionales. Eso sí, Ríos destaca, entre ellas, "las grandes parcas de ultraprocesados", a quiénes acusa de ser sus propios jueces: "Ellos deciden qué publicidad se puede hacer y cuál no. Por ejemplo, yo no puedo hacer publicidad en la televisión alertando de los peligros de los ultraprocesados".

Ejemplifica este "control" con el caso de una campaña de publicidad de un juego infantil: "el objetivo de este juego es enseñar a los niños a hábitos de alimentación sana, y autocontrol se opuso porque en su portada aparecen, ni siquiera marcas, aparecen dibujos de ultraprocesados. El juego no pudo anunciarse en la tele porque suponía una publicidad denigrante para estos ultraprocesados".

El 'influencer' admite que tiene miedo

"Cuando digo que tengo miedo no es por hacerme la víctima, es porque sé de primera mano que significa enfrentarse a los 'lobbys' o grupos de presión", explica, recordando como hace un par de años autocontrol se opuso a que Ruiz hiciera una publicidad sobre un manifiesto contra el azúcar: "Ese manifiesto era totalmente gratuito e iba destinado sobre todo a familias económicamente más vulnerables y exponía una serie de consejos para tomar mejores decisiones a la hora de hacer la compra."

Seguidamente, compara su caso con el de la industria tabacalera, acusándola de haber utilizado los mismos mecanismos de autorregulación: "Hasta que no hubo una verdadera regulación basada en la evidencia científica, la gente no se concienció de los peligros del tabaco".

Así, el 'influencer' defiende que su libertad de expresión puede verse coartada en sus publicaciones, sean o no patrocinadas, por estos "organismos de autocontrol". Añade, además, que seguir exponiendo a estas grandes marcas podría exponerle a "elevadas sanciones económicas".

Propone al Ministerio sus propias medidas

Para terminar, el 'real fooder' pide a sus seguidores de Instagram que apoyen la publicación para que pueda llegar al Ministerio de Consumo un claro mensaje que pretende enviarles: "Por favor, recíbame en Madrid para exponerle este problema y para presentarle una serie de medidas políticas concretas basadas en la evidencia científica que pueden proteger mejor la salud de los consumidores. Especialmente a los niños, que son más vulnerables a la publicidad agresiva de estas empresas de ultraprocesados y que, por supuesto, con medidas autorreguladoras como el sistema Nutri-Score no vamos a ayudar a nadie", finaliza, "Gracias por compartir, y seguimos".