Esta es la enfermedad que padece Úrsula Corberó desde pequeña

Úrsula Corberó, la chica mala que va a todas partes

Diez cosas que hay que saber de Úrsula Corberó

La actriz Úrsula Corberó, el pasado día 6, en el estreno de la miniserie de Netflix 'El cuerpo en llamas', en Madrid.

La actriz Úrsula Corberó, el pasado día 6, en el estreno de la miniserie de Netflix 'El cuerpo en llamas', en Madrid. / Efe / Kiko Huesca

Lola Gutiérrez

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Ha estrenado recientemente 'El cuerpo en llamas' (Netflix), una historia inspirada en el crimen de la Urbana. Pero antes ya era famosa en el mundo entero, gracias al éxito de la serie, también de Netflix, 'La casa de papel', en el que interpretaba a la fascinante Tokio.

Es por ello por lo que la actriz Úrsula Corberó está en boca de todos y, con el estreno de la serie del género 'true crime' (crimen real), en la que interpreta a la principal acusada del crimen, Rosa Peral, en plena promoción, coincidiendo entrevistas por doquier.

En una de esas entrevistas, ha revelado algo que pocos saben: que padece una enfermedad desde pequeña, que le causó algún que otro problema, sobre todo en su etapa escolar.

Entrevista

"No lo he dicho nunca porque suena un poco mal", ha explicado en la charla que ha tenido con la periodista María Guerra, en su pódcast 'La script'. "Tengo un retraso óseo de cinco años", ha confesado la actriz.

Por suerte para ella, " ahora no se nota porque tengo el cuerpo de una de 30 en vez de una de 35". Pero en el colegio "me hacían bullying, porque yo eran tan pequeña que no podía con todos los libros en la mochila, y tenía que llevar carrito".

"Me bajó mi primera menstruación con 17 años. Eso hizo que ya con 15 mis amigas llevasen una talla XS de Bershka, mientras que yo seguía todavía con la talla 14 de Zara Kids", ha explicado.

Qué es el retraso óseo

El retraso óseo es un trastorno que no tiene por qué acarrear otros problemas de salud, siempre que la persona que la sufre no tenga otras patologías. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la edad ósea no siempre coincide con la edad real del niño, porque la velocidad a la que crece el esqueleto humano varía de unas personas a otras y lo único que indica es que la persona que sufre retraso óseo va a llegar a la talla adulta más tarde que la mayoría.

La forma más habitual de detectarlo es con una radiografía de la mano. Se hace de la mano por la gran cantidad de huesos que hay en ella, cada uno con su cartílago de crecimiento. Además, por acuerdo médico internacional, se decidió que fuera la mano izquierda.

Para cada año de edad hay un modelo de imagen radiológica, con el que se compara la radiografía del niño que se quiere estudiar. A través de la comparación de imágenes se sabe cual es la edad ósea. El conjunto de imágenes está recogido en un atlas. El más utilizado es uno que se llama de Greulich y Pyle.