Pena de cárcel

Kalina de Bulgaria se niega dar una muestra de sangre tras chocar conduciendo bebida

Kalina de Bulgaria sufre un accidente conduciendo bebida

Kalina de Bulgaria y Kitin Muñoz

Kalina de Bulgaria y Kitin Muñoz / Raúl Terrel / Europa Press

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La princesa Kalina de Bulgaria se ha negado a dar una muestra de sangre para una prueba de alcoholemia después de chocar con un todoterreno contra una barrera de un aparcamiento en la localidad búlgara de Borovitz, informó este domingo la emisora privada NOVA TV, que cita fuentes de la Fiscalía del país balcánico.

Ante esta situación, los investigadores tendrán en cuenta la medición del aire espirado que hicieron los policías cuando acudieron el sábado al lugar del accidente, y que arrojó un resultado de 1,5 gramos por litro de alcohol, añadió la fuente. El Código Penal búlgaro considera delito ese nivel de alcoholemia, castigado con penas de entre uno y tres años de cárcel y la confiscación del automóvil o una multa equivalente a su precio.

Estado de embriaguez

En este caso, el auto fue entregado voluntariamente a las autoridades como prueba física. Kalina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo ya no está bajo vigilancia policial. Varios medios búlgaros afirman que la princesa de 51 años conducía un todoterreno en estado de embriaguez cuando se estrelló contra una barrera de un párking de un hotel en Borovetz, sin que nadie resultara herido.

La emisora privada Nova TV ha mostrado imágenes de una barrera destrozada, y el periódico 24 chassa publicó fotos de la única hija de Simeón II de Bulgaria en un coche de patrulla policial tras el accidente.

El accidente

El sábado, el Ministerio del Interior búlgaro confirmó a EFE los principales detalles publicados en la prensa, aunque sin revelar la identidad de la conductora del automóvil. "A las 15.20 horas (12.20 GMT), la policía recibió una llamada diciendo que un auto se estrelló a la salida del aparcamiento de un hotel en Borovets. La patrulla que acudió de inmediato al lugar identificó a la conductora, una mujer de 51 años", declaró entonces una portavoz del ministerio.

Explicó que "tras una prueba con un dispositivo técnico, la muestra dio más de 1,2% de alcohol en el aire espirado", tras lo cual la conductora iba a ser "acompañada por agentes de la policía a un centro médico para tomar una muestra de sangre".

Guacamayo perdido

Su esposo, el explorador español Kitin Muñoz, negó hoy que su mujer estaba ebria y acusó a los medios de exagerar lo sucedido solo por la procedencia de ella. "Puede que haya bebido una copa de vino, pero eso no es beber alcohol. Eso no es nada. El incidente es menor", declaró Muñoz a la emisora privada búlgara bTV. "Mi mujer no bebe. Ni ella ni yo. Somos atletas los dos. Eso de que iba bebida es tan ajeno, tan fuera de la verdad...", dijo Muñoz.

"Mi esposa perdió a su perro. Lo amaba mucho. Tiene tres perros. Todavía no hemos podido encontrarlo. Está estresada. Dimos vueltas por Borovets todo el día. Estrelló el auto mientras aparcaba, evidentemente", añadió, aunque negó que fuera un gran daño y calificó el asunto como "una tormenta en una copa de vino". Muñoz negó también que Kalina de Bulgaria se haya negado a dar una muestra de sangre: "No hay nada de todo eso. La policía ha sido maravillosa con nosotros", aseguró.

"Todo el escándalo que se ha montado es una exageración. El coche no está ni rozado... Yo, que soy marino, que he cruzado el Pacífico, lo que veo es una tormenta en una copa de vino", dijo el navegante y científico. "Ahí había un señor que llamó a la policía, a la prensa", comentó Muñoz.

Explicó que el hombre, aparentemente un vigilante del lugar, levantó la voz a su mujer y metió su brazo por la ventanilla del coche para intentar sacarle las llaves, algo que consiguió aunque con ademanes tan bruscos que asustó a Kalina y a la mujer que la acompañaba, y además le dejó dolorido y enrojecido el estómago. "Más tarde, el hombre se reía con un compañero", añadió.

"Mi mujer estaba alterada porque había perdido a una mascota. Yo estaba en un lago, me llamaron, llegué, y pensé que se había perdido un perro, pero no, se nos había perdido el guacamayo", explicó el esposo de Kalina, destacando lo mucho que ella ama a los animales. La princesa y el guacamayo, que tiene dos años y ha sido un regalo suyo, "son como piel y uña", comentó. El pájaro vive normalmente "libre por toda la casa" y suele reposar en el hombro de ella.

"La principal y mejor noticia es que el guacamayo ha reaparecido" gracias a la ayuda ciudadana, pues apareció en la tarde de hoy en la ventana de una casa desde donde nos llamaron, ya que habíamos puesto una foto en Facebook", afirmó Muñoz.

"Ese es el bonito final feliz de esta historia", concluyó el marido de la única hija de Simeón de Sajonia, último rey y exprimer ministro de Bulgaria, al dar su versión de los hechos.