Tamara Falcó deberá abonar a Hacienda un auténtico dineral por su boda

Tras el esperado 'sí, quiero' del pasado 8 de julio en el palacio el Rincón, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han estado de luna de miel recorriendo Sudáfrica y en París de vacaciones, entre otros lugares de ensueño.

A pesar del súper viaje que les ha tenido fuera de España más de un mes, la pareja no ha podido desconectar del todo por, entre otras cosas, el fallecimiento de Marta Chávarri, tía de Tamara Falcó, a los 62 años. La que fuera marquesa de Cubas fallecía el pasado 21 de julio en su domicilio madrileño debido a un infarto cerebral, al igual que lo hacía su madre con tan solo 37 años de edad.

Penas económicas

Ahora, el recién estrenado matrimonio podría tener que lidiar con otro contratiempo. Según la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), la pareja puede tener que pagar a Hacienda más de 800.000 euros.

Patricia Suárez, presidenta de Asufin, ha explicado que "Tamara ha hecho de su boda un evento mediático y ella vive de su imagen. Ha gestionado su boda como una verdadera profesional". En estas declaraciones para el programa 'Así es la vida' Telecinco), la experta asegura que Tamara e Íñigo han obtenido gracias a su boda, entre patrocinios y excluivas, un total de 1,75 millones de euros.

Por tanto, la cifra de los más de 800.000 euros que la pareja debería tener que pagar a Hacienda sale teniendo en cuenta que de la exclusiva, por la que habrían cobrado un millón de euros, la agencia tributaria se llevaría un 25% en caso de haberla cobrado a través de una sociedad "que sería lo más lógico", señala Suárez.

"Ni obsequio ni donación"

Además, todo lo 'patrocinado' -es decir, el vestido o el cátering, por ejemplo- "no es un obsequio ni una donación, son pagos en especies. Las empresas tienen que declarar un valor de mercado", por lo que deberán abonar por ello otro 25%.

Por último, según indica la experta, cada invitado gastó entre 800 y 1.000 euros en los regalos para los novios, quienes se habrían embolsado más de 400.000 euros en regalos, teniendo en cuenta que hubo más de 400 invitados. "Y eso es un donativo y hay que tributar por ello" explica Suárez. A todo ello, hay que aplicarle el IRPF, que supondría un 40%.

Y, según todos estos cálculos, la deuda con el fisco asciende a eso, 800.000 euros.