Giro de 180º

¿Qué le pasa al hijo de Camilo Sesto?

Máxima preocupación por estas publicaciones del hijo de Camilo Sesto: sin dientes

Camilo Blanes hace saltar las alarmas con un vídeo lleno de incoherencias

Camilo Blanes se hace llamar Sheila Devil

Camilo Blanes

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Europa Press

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La vida de Camilo Blanes ha dado un giro de 180 grados en las últimas semanas. A raíz de que su madre, Lourdes Ornelas, lanzase un grito de socorro por la espiral de autodestrucción en la que ha entrado el hijo del desaparecido Camilo Sesto por sus presuntas adicciones, el joven ha decidido compartir su caótico día a día a través de sus redes sociales.

Gracias a las decenas de imágenes que ha publicado en Instagram en las últimas semanas -cuenta en la que se ha cambiado el nombre de Camilo Blanes por 'Shelaw'- hemos conocido sus planes de comenzar a vivir como una mujer, cumpliendo así un sentimiento que llevaba experimentando algún tiempo bajo la identidad de Sheila Devil.

Una decisión que ya habría comunicado a todo su entorno y de la que presume orgulloso en redes sociales, donde ha borrado todas las publicaciones anteriores y donde tan solo podemos encontrar imágenes en las que, con diferentes pelucas -rubias, pelirrojas, lisas o rizadas, ya que su colección es muy extensa- y ropa femenina, (además de la ayuda de la app de Inteligencia Artificial 'FaceApp' que dulcifica sus rasgos), se presenta como una mujer.

Tan claro tiene Camilo que quiere cambiar de sexo que, como ha revelado Saúl Ortiz en 'Fiesta', habría comenzado a medicarse para ello. Según fuentes cercanas, el joven habría conseguido hormonas en el mercado negro y se estaría 'hormonando' sin ningún tipo de control o apoyo médico para la transición que le convertirá en una mujer.

Tal y como ha contado el colaborador, ni siquiera su madre puede frenar sus deseos y, desesperada, ha vuelto a hablar del delicado estado de salud de su hijo en una televisión mexicana: "Mi hijo tiene el poder de decidir cómo quiere morir, porque es así, mi hijo convive cada día con la muerte". "En México podía controlar mejor lo que hacía, en España hay mucha manga ancha con el tema del alcohol y demás, las autoridades no lo ponen nada fácil" se ha lamentado, deseperarada al no saber qué hacer para ayudar a Camilín.