Cortarse el pelo tras una ruptura o en mitad de la boda, ¿horror o acierto? Esto dicen los expertos

El amor nos hace cometer locuras, y el desamor también. Por despecho, hay quienes buscan a la velocidad del rayo una nueva pareja o se dan al alcohol o a los tanques de helado [véanse series y películas norteamericanas]. Para muchos, en especial para las mujeres, esa etapa no se cierra hasta que no se cortan el pelo. Un comportamiento que últimamente se ha puesto muy de moda entre el panorama de famosas, y es que el 2022 fue un mal año para Cupido. La cantante Aitana fue una de las últimas 'celebrities' en aparecer con un nuevo corte de pelo [de larga melena pasó a una media], tras conocerse su ruptura con el actor Miguel Bernardeu, uno de los 'nepo babies' con más lustre de España. Pero antes otras actuaron de la misma forma, dando pista libre a su estilista con las tijeras.

Es el caso también de la actriz Macarena García, que estrenó 'bob' a la vez que soltería [dejó atrás ocho año de relación con el cantautor Leiva]; o de Laura Escanes, que volvió al castaño oscuro cuando rompió definitivamente con el presentador Risto Mejide.

Fuera de nuestras fronteras, otros famosos ejemplos las precedieron, como el sonado 'pixie' platino de Katy Perry, después de romper en 2017 con Orlando Bloom, o cuando Cameron Díaz cambió su icónica melena rubia por una en moreno oscuro cuando en 2006 Justin Timberlake y ella lo dejaron. En algún momento de los 90, cuando Lenny Kravitz se cercenó sus rastas tras dejar de amar a Vanessa Paradis, dijo una frase para la posteridad de la cultura popular: "Necesitaba cambiar mi energía, por eso corté mi cabello. Ahora, me están creciendo energías nuevas".

✂️Primero: dejarse asesorar

Corte nuevo, vida nueva. Todos estos ejemplos de artistas han dado pie a que la gente que los sigue, sobre todo las generaciones más jóvenes, hagan lo propio cuando se ven en la misma situación. Pero como en el caso de las estrellas, los expertos aconsejan "evitar los cambios drásticos y dejarse asesorar".

"Incluso los psicólogos recomiendan que, si quieres un cambio en tu vida, tienes que empezar por visitar tu salón de peluquería: renovar tu 'look', tu imagen, te ayudará a lograrlo", asegura Alexander Kiryliuk, director de Sk Style Barcelona. Desde su punto vista, además de las rupturas sentimentales, también hay otros periodos críticos, como los 30, 40 y 50... en los que suelen juntarse otras cuestiones personales" para querer cambiar de imagen.

💇🏽El flequillo, un aliado

Sin embargo los cambios radicales no suelen ser buena idea. Lo cuenta Charo García, directora de Ilitia Beauty & Science, en Balmaseda (Bizkaia): "Tras una ruptura, algunas mujeres piden cambios drásticos. Pero esto no suele ser buena idea ya que, si no les gusta el resultado o les cuesta verse diferentes, acabarán sintiéndose peor y se agrandará el problema, porque estarán muy vulnerables. Lo mejor es apostar por cambios graduales, que nos den un nuevo aire pero nos sigan resultando conocidos y, sobre todo, que sepamos que nos van a favorecer. Siempre estaremos a tiempo de ir a más".

En cuanto los mejores cortes tras una ruptura, Felicitas Ordás, directora de Felicitas Hair, en Mataró (Maresme), explica que "las medias melenas o los cortes 'clavicut' [una melena 'midi' hasta la clavícula] suelen gustar mucho por la frescura que aportan, sin renunciar a la longitud". Y añade: "Los flequillos son una fantástica forma de conseguir un cambio de 'look' de forma fácil y rápida, sobre todo los largos, tipo cortina y los 'bottleneck' [combina las técnicas del flequillo cortina y el 'baby bang', un corte versátil y muy favorecedor]". En cuanto al color, dice, "es preferible aclarar el tono a través de un 'balayage' o 'babylights', aunque también hemos visto cambios drásticos, por ejemplo, pasar de rubia a morena".

👰🏽Solo para novias valientes

Pero aún más arriesgado que eso es la moda que está empujando fuerte desde el otro lado del charco. Muchas novias no tienen suficiente, al parecer, con aquello de algo azul, algo prestado, algo nuevo y algo usado, o con el cambio de vestido entre la ceremonia y la recepción, o ni siquiera con la gincana en la que se reparten regalos a los invitados, o los fotomatones con disfraces o las barbacoas para cenar por segunda vez. Las más atrevidas se están dando a la tendencia del #weddinghaircut, el "corte de pelo de la novia" (hasta hoy, más de 36 M de visualizaciones en TikTok), un fenómeno de lo más efectista, acorde con las ansias de 'show' de 'millennials' y zetas.

Algunos ven en esta novedad nupcial ventajas evidentes. Para las novias indecisas, que no saben si dejarse el pelo largo o corto, ofrece lo mejor de ambas opciones. Y, dado que muchas veces las novias se dejan crecer el pelo para la boda y luego se lo cortan inmediatamente después, ¿por qué no introducir ya esta acción en el guion del gran día? 2x1 y espectáculo asegurado.

A finales del año pasado 'The New York Post' le dedicó un artículo a la tendencia viral que inició una tal Olivia López, joven de 26 años de Oklahoma (EEUU), que, en mitad de la fiesta de su boda, no se le ocurrió otra cosa que grabar un vídeo sobre cómo le transformaban su larga cabellera en una melena 'midi'. "Siempre he tenido el pelo largo y sentí que necesitaba ese pequeño empujón para hacerlo por algo tan especial", declaró al diario. Tras ella, otras novias comenzaron a subir vídeos a TikTok hasta tal punto de que agencias de organización de eventos de ese país ya incluyen el corte de pelo entre sus reclamos para los novios.

💡"Gran idea"

Según datos de una encuesta realizada por Bodas.net, el portal nupcial líder en España, cortarse el pelo durante la fiesta de la boda aún se ve con bastante sorpresa: el 22% de los encuestados creen que es una gran idea, mientras el resto lo dejaría para más adelante o no lo haría. Aquí, en cambio, se busca sobre todo sorprender a los invitados con el segundo 'look' de la novia. "Ya no es cosa solo de 'influencers'", opina Cristina González, responsable de comunicación de la agencia, que explica que de media la partida en belleza de la novia está en 320€, incluida la peluquería (para este 2023 se llevarán los recogidos sencillos y naturales, y las melenas sueltas) y el maquillaje, siendo el llamado buena cara el más demandado por las novias actuales.

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