'Blonde' | Los cinco vestidos más icónicos de Marilyn Monroe (incluido el que reventó Kim Kardashian)

El vestido blanco sobre el metro

Billy Wilder rodó una de las escenas más famosas del cine. En 'La tentación vive arriba' (1955), Marilyn, con su vestido blanco y escote de vértigo, se para casualmente sobre las rejillas del metro y el aire del suburbano le hace volar la falda mientras ella trata de bajarla pudorosa, mostrando sus piernas. ¿Quién no ha tratado, en vano, de imitar ese momento? El modelo, un diseño de William Travilla, puede que sea el vestido más icónico de Marilyn (y de la historia del cine). Aunque la editora de 'Vogue' Diana Vreeland se atrevió a decir que Travilla no diseñó el vestido sino que lo compró ya acabado, él siempre mantuvo la autoría del famoso vestido de cóctel en color marfilclaro, en crepe de georgette, y muy del estilo de la moda en los 50 y 60. El corpiño tipo 'halter' tenía un escote enorme y estaba conformado por dos piezas suavemente plisadas que se unían detrás del cuello, dejando al descubierto los hombros, brazos y la espalda de Marilyn. Con una cintura muy marcada, la falda, suavemente plisada, rozaba sus rodillas. Una pieza que el modisto de la 20th Century Fox definió como "una prenda 'cool' y limpia en una ciudad sucia". En 2011, el famoso vestido se vendió por 5,6 millones de dólares (5,8 millones de euros). 

El modelo fucsia que imitó Madonna

Dos años antes, el mismo Travilla enfundó a Marilyn en otro de sus más memorables vestidos: el fucsia de satén entallado, con cinturón, sin tirantes (escote palabra de honor), gran lazada trasera y guantes largos que adornaba con suntuosos diamantes, mientras interpretaba la canción 'Diamonds are a girl's best friend'. A esta escena de 'Los caballeros las prefieren rubias' rindió homenaje Madonna en 1985, en el vídeoclip de 'Material girl'. En 2010 fue subastado y vendido por 310.000 dólares (322.000 euros).

La bomba sexual 'cut out'

Antes de que la reina <strong>Letizia</strong> diera la campanada esta pasada primavera con un modelo fucsia 'cut out' solo apto para valientes de músculo duro, Marilyn ya hizo lo propio muchas décadas antes. Toda una adelantada a su tiempo, y una verdadera bomba sexual, en 1953 ya se atrevió con un modelo que se anudaba al pecho y que, gracias a una abertura por debajo, dejaba al aire varios centímetros de piel. El famoso vestido del filme 'Niágara' podría estar hoy en cualquier escaparate, con ese escote atrevido y un largo 'midi', tan de moda en 2022. De aquel mítico vestido de Dorothy Jeakins y Charles Le Maire se hicieron dos versiones, uno rojo brillante y otro en rosa intenso. Ganó el segundo, que se convertiría en el color preferido de la actriz [ver punto 2]. Las sandalias de tacón y los pendientes de oro le dan un extra 'chic' y atemporal a uno de los 'outfits' más increíbles de la estrella.

Un sueño dorado censurado

Otro de los vestidos más famosos de la actriz lleva también muchos pliegues, pero esta vez en color dorado. Aunque también era un espectacular modelo de Travilla de cuello 'halter' y un enorme escote de pico, pero con una falda hasta los tobillos, no pasó el corte de los censores de Hollywood. Fue vetado por "demasiado sexi" en 'Los caballeros las prefieren rubias'. Meses después, y a pesar de la oposición del propio diseñador, Marilyn se lo enfundó para la ceremonia de Premios Photoplay.

La joya que Kim Kardashian rompió

Lo más comentado de la última<strong> gala MET fue el vestido que llevó Kim Kardashian</strong>, precisamente uno de los modelos más deseados de Marilyn. Con él, la sensual actriz le cantó 'Happy Birthday' a John F. Kennedy en la fiesta de su 45º cumpleaños, solo unos meses antes de que la artista falleciera por una sobredosis. Para la gran cita neoyorquina de la moda, la 'socialité' se puso a dieta unas semanas antes para perder siete kilos y meterse en aquella obra de arte en seda de color 'nude' con 2.500 cristales cosidos a mano que a Marilyn le acabaron de pespuntear una vez puesto, poco antes de la actuación en Madison Square Garden; pues la idea era que se ajustase tanto como una segunda piel. Aquel mítico 'naked dress' basado en un boceto de Bob Mackie para el diseñador de vestuario de Hollywood de origen francés Jean-Louis causó un gran revuelo hace seis décadas por marcar todas las curvas de la actriz de 'Con faldas y a lo loco', que medía 1,66 metros de altura y tenía las siguientes medidas: 88 centímetros de busto; 55, de cintura, y 88 de cadera. Aunque más bajita, Kardashian es mucho más ancha de cadera. "Cuando vi que no me quedaba bien quise ponerme a llorar porque el original no se puede modificar en absoluto", explicó. Tan solo se puso unos minutos en la gala, y ni siquiera acabó de subir la cremallera, pero aún así Kardashian reventó las costuras del vestido más caro de la historia (fue subastado en 2016 por 4,8 millones).