Diez años de 'Sálvame' en 'Rumore'

"Sálvame' es un programa hipnótico. Es imposible no quedarte pegado con lo que ves. En cuatro horas hay pasión, risas, lágrimas… Es un programa ecléctico en el que los protagonistas son los propios colaboradores. Los muñecos del programa tenemos tara, desequilibrios emocionales, estamos de frenopático". Así analiza Jorge Javier Vázquez para la revita 'Rumore' uno de los espacios estrella de Tele 5 

El presentador catalán defiende el formato y hace frente a las críticas, sobre todo en las últimas semanas tras el abandono de las hermanas Campos. "Es injusto e indigno que no se estudie un programa como este en las facultades de Periodismo. Los profesores que siguen negando una evidencia como el éxito de un formato que ha hecho historia deberían estar fuera de la enseñanza", añade.

Gustavo González recuerda que, en su caso, él cruzó la línea de pasar de periodista a personaje a raíz de su separación y de su relación con María Lapiedra sin pensar a lo que se exponía. "Mi vida cambió para siempre y lo hecho ya no tiene remedio. No sé cuánto durará, ni si antes me bajaré del tren o dejaré de ser importante. Lo he pasado muy bien y muy mal. He reído y llorado. Me he sentido realizado como periodista y hundido como persona. Eso es 'Sálvame".

Desgaste personal

Por su parte, otro de los históricos, ya fuera del programa, Kiko Matamoros, asegura: "Parece un circo romano. El espectador manda y se le da lo que pide, caiga quien caiga". La presentadora Paz Padilla, por su parte, recuerda: "El público no se hace una idea del desgaste personal de los colaboradores y presentadores". Hace unos días, Padilla abandonaba el programa en directo enfadadísima tras un tenso encontronazo con Anabel Pantoja y tardó una media hora en volver a su puesto. 

Finalmente María Patiño, concluye: "El éxito de que el público responda 10 años después es que el programa ha sabido adaptarse a las circunstancias. Cuando se pensaba que en televisión estaba todo inventado, 'Sálvame' ha marcado una pauta, ha escrito una merecida página en la historia del medio. Los colaboradores del programa están hechos de otra pasta, no vale cualquiera y pocos aguantan la presión. Los presentadores también debemos saber involucrarnos en lo emocional, cada uno tiene su sello personal, pero respetando la esencia del programa, que es la información, la sorpresa, la tensión interna, el conflicto... Todos debemos estar preparados para aguantar en la continua montaña rusa en la que ha evolucionado el programa".