EN 'HOLLYWOOD REPORTER'

Una exmodelo dice que fue la amante de Woody Allen cuando tenía 16 años

La modelo Babi Christina Engelhardt relata su idilio con Woody Allen cuando tenía 16 años.

La modelo Babi Christina Engelhardt relata su idilio con Woody Allen cuando tenía 16 años. / periodico

Laura Estirado

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En octubre 1976, la modelo y aspirante a actriz rubia de ojos esmeralda Babi Christina Engelhart llamó la atención de Woody Allen en el legendario restaurante Elaine de Nueva York. Además de por un imponente físico, la joven captó su atención dejándole una nota sobre su mesa con su número de teléfono y un mensaje descarado: "'Ya que has firmado suficientes autógrafos, aquí tienes el mío!". El por aquel entonces ya famoso director tenía 41 años y estaba a punto de estrenar Annie Hall. No tardó en llamar a la chica de rasgos germanos y citarla en su apartamento de la Quinta Avenida. Aunque él nunca le preguntó por la edad, ella le explicó que iba a la escuela de secundaria, que vivía en casa con sus padres en una zona rural de Nueva Jersey y que buscaba labrarse un futuro como maniquí en Manahattan.

Así es como empieza el relato de "un romance clandestino" de La secreta amante adolescente de Woody Allen: sexo, poder y conflictos de la musa que inspiró Manhattan, extenso reportaje que Hollywood Reporter Hollywood Reporterdedica a una de las mujeres, hasta ahora desconocida, del afamado director neoyorquino. 

Los encuentros de esta relación a escondidas, con tintes "claustrofóbicos y controladores", se sucedieron hasta 1984. Babi Christina Engelhart asegura que, cuatro décadas después, aún está procesando aquel idilio. "Para ella, el reciente reexamen de las dinámicas de poder de género iniciado por el moviento #Metoo (y los escándalos personales de Allen, incluida la denuncia de abuso sexual por parte de su hija adoptiva, Dylan Farrow) ha transformado lo que había sido un recuerdo melancólico e incluso dulce en algo mucho más incómodo". Sin embargo, Engelhardt se resiste a juzgar con las normas establecidas hoy en día lo que vivió en el pasado: "Es casi como si ahora se esperara que lo destrozara [a Allen]", dice.

Similitudes con la película

Ahora con 59 años, divorciada y madre de dos universitarias, Engelhardt sostiene que Manhattan, una película que relata la historia de un escritor de más de 40 años que comienza  una relación con una joven de 16 después de sufrir dos fracasos matrimoniales, describe la aventura que tuvo con Allen por casi una década.

"Todavía estoy impresionada con él como artista. Cómo jugó con los personajes en sus películas y cómo jugó conmigo", admite Engelhardt, quien frente al movimiento #MeToo se niega a atacar al director.

"Lo que me hizo hablar es que pensé que podía ofrecer una nueva perspectiva", añade Engelhardt e insiste: "No estoy atacando a Woody", ya que, según afirma, está hablando de su historia de amor. "Esto me hizo quien soy. No me arrepiento", defendió.

Solo dos amigos íntimos de Engelhardt conocieron entonces su relación con el cineasta. Uno de ellos, el famoso fotógrafo de Andy Warhol Andrew Unangst, que alguna vez la llevó hasta el apartamento. También el hermano pequeño de la joven lo supo. Fue un día que Allen llamó a casa de sus padres preguntando por ella. Él entonces tenía 11 años: "No pensé en nada romántico, simplemente era una gran fan de Bananas", relata.

La modelo detalla que el director neoyorquino, hoy de 83 años, imponía las condiciones, una de ellas que sus encuentros debían darse en su apartamento de la Quinta Avenida, donde la llevaba a una habitación "con impresionantes vistas al Central Park".

"Las cortinas siempre estaban cerradas", recuerda Engelhardt, quien posteriormente se convirtió en musa platónica de Federico Fellini y asistente del productor Bob Evans.

En su primera cita en el apartamento Allen la interrogó sobre el significado de la vida, jugaron al ajedrez y vieron un partido de baloncesto antes de besarse. "Fue un placer. Era fan de Allen mucho antes de conocernos. No discutí. Había dos reglas básicas: no hablarían sobre su trabajo y, debida a la necesidad de privacidad de la celebridad, solo podían reunirse en un lugar [el 930 de la Quinta Avenida]".

"Las cortinas siempre estaban cerradas. Supongo que las vistas eran espectaculares, pero no estaba allí por las vistas", dice con sarcasmo.

Tríos con "jóvenes hermosas" y Farrow

La modelo relata que tras un año, Allen innovó y ocasionalmente comenzó a traer a otras "jóvenes hermosas" para hacer tríos. Para ella la bisexualidad no era algo nuevo, y encontró las experiencias con Allen "interesantes, una exploración de los 70".

Lo que ya no le gustó tanto fue cuando, después de cuatro años acostándose juntos, un día Allen le dijo alegremente que quería presentarle a su "novia". Resultó ser Mia Farrow, tenía 14 años más que ella y ya era famosa por La semilla del diablo El gran Gatsby.

"A pesar de la conmoción inicial de los celos", Engelhardt dice que le gustó Farrow durante el "puñado" de sesiones de sexo que tuvieron los tres. "Ella era hermosa y dulce, él era encantador y atractivo, y yo era sexi y cada vez más sofisticada en este juego. No fue hasta después que me di cuenta que yo era poco más que un juguete", continúa.

La hija adoptiva de Allen y Mia Farrow, Dylan Farrow, acusó en 1992 a su padre de abusar sexualmente de ella cuando era niña.

En esa misma época el cineasta había iniciado una relación con otra hija adoptiva de Farrow, Soon-Yi Previn, que tenía 19 años y con la que finalmente se casó en 1997.