PORTADA DEL NÚMERO DE SEPTIEMBRE DE 'VOGUE'

Poderosa Beyoncé

La artista protagoniza la portada del nuevo 'Vogue USA' el más esperado del año y habla de maternidad, ancestros y diversidad

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Luis Miguel Marco

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Beyoncé es mucha Beyoncé. Por eso cuando 'Vogue USA', es decir Anne Wintour, le propuso ser portada del número más importante del año de la biblia de la moda, el de septiembre, cuajadito de anuncios de marcas de lujo, ella marcó su mandamientos y su propio evangelio. Como una de las mujeres más todopoderosas del 'showbusiness' –da igual si sola o en compañía de su "soldado" el rapero Jay Z, con el que está este verano está de gira matrimonial–, ella quería libertad total. Y hacer historia.

Por eso ha sido ella quien ha elegido el fotógrafo que la ha retratado y lejos de tirar de un nombre de relumbrón ha ungido al joven Tyler Mitchell, de 23 años, que será conocido a partir de ahora como el primer afroamericano que realiza no una sino dos portadas de la icónica cabecera, el primero en los 126 años de historia de la revista. "Cuando empecé, hace 21 años –explica Beyoncé en la revista–, me dijeron que sería difícil que consiguiese portadas de revistas porque la gente negra no vende. Así que es muy importante para mí ayudar a abrir las puertas a jovenes artistas. Existen tantas barreras culturales y sociales que me gusta hacer lo que pueda para nivelar el campo de juego, para presentar un punto de vista diferente, para que la gente sienta que sus voces importan".

Las condiciones de Beyoncé fueron también más allá, porque más que una entrevisa al uso, tipo pregunta respuesta, lo que ha hecho la diva –y ha acatado Wintour– es escribir en primer persona el artículo principal, que son una serie de reflexiones, desde su parto con cesárea hasta el pasado de esclavos de sus ancestros.  

"Acepté mis curvas"

La artista relata abiertamente la diferencia entre el embarazo de su primera hija, Blue Ivy, y el de sus mellizos, Rumi y Sir. Mientras que con la primera se apresuró a recuperar su cuerpo preembarazo en esta segunda ocasión ha decidido tomarse las cosas con calma, sobre todo porque tuvo que someterse a una cesárea de urgencia. "Acepté lo que mi cuerpo quería. Fui paciente conmigo misma y disfruté de mis curvas. Mis hijos y mi marido también lo hicieron. Hasta hoy mis brazos, mis pechos y mis piernas están más llenos. Tengo una pequeña barriga de madre y no tengo ninguna prisa por librarme de ella", asegura. Por eso quiso también que las fotos de la sesión de fotos para 'Vogue' fueran más naturales de lo que acostumbra la publicación. "Es importante que mujeres y hombres aprecien la belleza de sus cuerpos naturales. Por eso me deshice de pelucas y extensiones y me maquillé muy poco para este reportaje". 

La tejana de 36 años escribe también en primera persona de su pasado. "Investigué acerca de mis ancestros recientemente y descubrí que procedo de un dueño de esclavos que se enamoró y se casó con una esclava". También de cómo preparó sus participación en el festival de Coachella y el tour 'On the run II' junto a su marido, Jay-Z, que recaló el mes pasado en el Estadi Olimpic. 

Beyoncé no pasa por alto tampoco lo que espera de sus hijos. "Como madre de dos niñas, es importante para mí que se vean a sí mismas también en libros, películas y en pasarelas. Es importante que se vean como CEOs, jefas y que sepan que pueden escribir el guion de sus propias vidas, que pueden dar su opinión. No tienen que ser de cierta manera o encajar en una categoría específica. No tienen que ser políticamente correctas, mientras sean auténticas, respetuosas, compasivas y empáticas”. No se olvida de su hijo: "Espero enseñarle que no caiga víctima de lo que Internet dice que debería ser o cómo debería ser".