DIAGNÓSTICO «GRAVE» PARA EL CREADOR DEL INSPECTOR WALLANDER

Henning Mankell revela que sufre cáncer

El escritor sueco explicará en su blog su lucha contra la enfermedad

Henning Mankell, hace tres años durante una rueda de prensa en Berlín.

Henning Mankell, hace tres años durante una rueda de prensa en Berlín.

ERNEST ALÓS
BARCELONA

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El pasado septiembre, sentado en la mesa de un hotel de la Kungsportsavenyen de Gotemburgo, un Henning Mankell de aspecto cansado, pero no especialmente desmejorado a sus 66 años, desgranaba sus proyectos de futuro. El escritor sueco había acabado el guion de una serie de TV sobre su fallecido suegro, Ingmar Bergman, que se emitirá en el 2018, y, tres días antes, el de una serie de televisión sobre una embajadora sueca en África. Había empezado a trabajar en una novela que tendría un pie en Angola y otro en Brasil. Estaba muy satisfecho por el resultado de las adaptaciones de sus novelas sobre el inspector Wallander en la BBC y esperaba ver pronto la última temporada de una serie que le estaba impresionando, Breaking bad... Y en cuanto llegase el frío le estaba esperando su otro hogar, Mozambique. Sus planes, sin embargo, se han visto bruscamente interrumpidos. Ayer, el escritor reveló que los médicos le acaban de diagnosticar un cáncer, extendido en varios órganos y de pronóstico «grave».

RELATO EN PRIMERA PERSONA / El escritor de novela negra explicaba ayer, en un artículo para el diario Göteborgs-Posten, reproducido en inglés en el blog de su web, www.henningmankell.com, cómo la noticia cayó sobre él como una bomba hace solo dos semanas. «Hace un par de semanas viajé a Estocolmo para visitar a un ortopeda que ya me había tratado. Llegué con el diagnóstico de una dolorosa hernia discal en el cuello. Cuando regresé a Gotemburgo al día siguiente, lo hice con un diagnóstico grave de cáncer. No tengo ningún recuerdo preciso del viaje de regreso a Gotemburgo. Solo la inquebrantable gratitud por el hecho de que mi mujer, Eva, estuviese conmigo», explica en el texto.

«Al cabo de pocos días -prosigue-,

en el centro de pulmón del Hospital Universitario Sahlgrenska lo tenía en negro sobre blanco: era grave. Tenía un tumor en la nuca y otro en el pulmón izquierdo. El cáncer también puede haberse extendido a otras partes de mi cuerpo».

El escritor sueco añade que ahora está siendo sometido a los últimos exámenes antes de decidir qué tratamiento recibirá. Y explica que reaccionará al golpe que ha recibido como sabe, escribiendo sobre él. «Mi ansiedad es muy profunda, aunque en general la puedo mantener bajo control. Y enseguida decidí intentar escribir sobre ello. He decidido escribir [de la enfermedad] tal como es. Pero lo haré desde la perspectiva de la vida, no de la muerte. Lo haré a partir de ahora en el diario sueco Göteborgs-Posten. Empiezo ahora

-concluye-. He empezado ahora».