ESTRENO EN EL FESTIVAL DE TORONTO

Binoche: «Estoy más vieja, para qué negarlo»

La actriz, de 49 años, protagoniza una comedia romántica con Clive Owen

Juliette Binoche, el pasado día 8, en Toronto.

Juliette Binoche, el pasado día 8, en Toronto.

NANDO SALVÁ
TORONTO

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Creo absolutamente en el amor», asegura rotunda Juliette Binoche. «Hace años lo único que me importaba era el arte, mucho más que mi propia vida. Habría matado por un buen papel. Ahora sé que lo importante en esta vida es amar», asegura la actriz como si quisiera resumir el mensaje de su nueva película, Words and pictures, que acaba de presentar en el Festival de Toronto.

En ella, la actriz protagoniza junto a Clive Owen una nueva variación de la guerra de sexos. «Los hombres son seres extremadamente frágiles», opina Binoche para alimentar ese eterno conflicto. «Solemos esperar que nos den fuerza y protección, pero no es así. Y tengo que reconocer que me costó aceptarlo. Supongo que de niña leí demasiados cuentos de princesas rescatadas por príncipes azules».

Aunque Words and pictures no reinventa la comedia romántica, supone cierta novedad en un aspecto. «El cine suele olvidar que enamorarse también es posible cuando llegas a los 50», lamenta la actriz, que como Owen cumple medio siglo el año que viene, aunque nadie lo diría. «Estoy más vieja, para qué negarlo», corrige ella. «Pero para un actor no hay nada mejor que el paso del tiempo». Binoche sigue sin tener previsto pasar por el quirófano: «Puedes intentar engañarte, pero es inútil. Además, yo encuentro cierto placer en echarle un pulso al paso del tiempo. Y nuestro rostro es como el libro de nuestras vidas; si modificas las páginas cambias tu historia».

PALABRAS PROBLEMÁTICAS / En Words and pictures, Binoche y Owen se enzarzan en una competición por decidir si las palabras valen más que las imágenes o es al contrario. «Yo soy incapaz de recordar un nombre, pero las caras no se me suelen olvidar», reconoce la actriz al respecto. «Tiendo a expresarme físicamente, a través del movimiento». Las palabras, confiesa, siempre han sido problemáticas para ella. «Aprendí a leer tardísimo, porque mis padres se estaban separando y lo llevé fatal. Tenía que copiar a mis compañeros de clase porque no era capaz de estudiar y no entendía nada».

No sorprende, pues, que Binoche también canalice su creatividad a través del lienzo y el pincel. De hecho, uno de los motivos por los que decidió hacer el filme es que interpreta a una pintora, lo que le permite practicar su otra pasión. «Ambas disciplinas me permiten explorar partes de mí que no conozco y saciar el apetito que siento por la vida».

Tal vez, si los papeles interesantes dejan de llegar, podría plantearse una reinvención profesional. «Sí, alguna vez he pensado en ello, sobre todo después de rodajes como el de Los amantes de Pont Neuf, en el que estuve a punto de morir ahogada», recuerda la actriz. «Me han ofrecido que exponga mis cuadros pero, de momento, están amontonados de mala manera en el garaje».