enlace civil en eL PRINCIPADO

Carolina de Mónaco casa a su hijo mayor

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo se unen lejos de los focos

Andrea Casiraghi y la colombiana Tatiana Santo Domingo, en una imagen del 2011, durante un acto en el principado de Mónaco.

Andrea Casiraghi y la colombiana Tatiana Santo Domingo, en una imagen del 2011, durante un acto en el principado de Mónaco.

ELIANNE ROS / París

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Mientras el príncipe Alberto y Charlene Wittstock no den un heredero a Mónaco, la continuidad de la dinastía la encarna el hijo mayor de Carolina Grimaldi: Andrea Casiraghi. Dos años después de la boda del soberano, ayer el Principado celebró el enlace civil de Andrea con la heredera colombiana Tatiana Santo Domingo, ambos de 29 años y padres desde hace cinco meses del pequeño Sasha, tercero en la línea de sucesión.

Desde que Grace Kelly se casó con el principe Rainiero, el pequeño reino se convirtió en la meca del glamur. Su territorio -de apenas tres kilómetros cuadrados- es inversamente proporcional al espacio que ocupa la monarquía monegasca en los medios de comunicación, especialmente en la prensa rosa. Lejos de romper con la tradición familiar, Andrea y Tatiana, que han vendido la exclusiva de su boda a una revista, seguirán alimentando esta provechosa plataforma de proyección.

Sus aires de jóvenes bohemios chic, con un toque inconformista, no son más que una versión moderna del mismo modelo. Al ser el segundo en la línea sucesoria, Andrea ha tenido que ceñirse a las exigencias de una ceremonia oficial. Eso sí, adaptada a los tiempos que corren, menos dados a la exhibición de la opulencia. El enlace tuvo una puesta en escena discreta, a la que asistieron unos 400 invitados.

La invitación que recibieron los elegidos incluyó un ruego en el protocolo que fue más allá de la etiqueta vestimentaria: «Por favor, no difundir las fotos en Facebook». La exclusiva debe justificar tanto celo.

A LAS 11.46 HORAS / Los medios de comunicación desplazados al palacio de Monte Carlo debieron conformarse con escuchar los aplausos de los asistentes, que resonaron a las 11.46 horas. Además de los amigos de la pareja, asistieron al enlace personalidades del mundo político, económico y artístico. La hermana de Andrea, Charlotte, que fue quien presentó a su amiga Tatiana al mayor de los Casiraghi, asistió acompañada de su pareja, el actor Gad Elmaeh. Charlotte exhibe un vientre redondo que no deja lugar a dudas sobre su estado de gestación. Sin embargo, Mónaco está sobre todo pendiente de la línea de Charlene, que no parece contagiarse de la facilidad reproductora de la familia.

RICA HEREDERA / El novio llegó a la ceremonia en un antiguo coche militar, mientras que Tatiana lo hizo en una limusina con los cristales tintados para preservar el secreto sobre su vestido. La  rica heredera -su familia posee un imperio industrial y mediático en Colombia que se cuenta entre las 150 primeras fortunas del mundo- es estilista y, junto con su amiga Dana Alikhani, dirige su propia marca de ropa, Mugunzu Sister, que se distingue por un estilo bohemio y sofisticado. Como el que vistió a las invitadas a su fiesta de despedida de soltera en el yate Pacha III. La comida se desarrolló en los jardines del palacio bajo las palmeras en un ambiente tropical.

Un ambiente más informal, de tendencia hippy chic, reinó en la fiesta que se celebró por la noche fuera del palacio al son de música caribeña. Unos 250 amigos de la pareja, muchos de ellos de la alta sociedad, estaban invitados a esta fiesta privada. A la espera de un heredero Grimaldi, Mónaco está ahora pendiente de la descendencia de Charlotte. ¿Niño o niña? ¿Boda a la vista con el cotizado y popular actor francés? El show continúa.