LA SORPRESA DE LA GUÍA DE LA CASA DE NEUMÁTICOS

Quim Casellas, estrella de Llafranc

El chef es el único catalán que se estrena en la Michelin

Casellas, en la sala del restaurante Casamar, en Llafranc.

Casellas, en la sala del restaurante Casamar, en Llafranc.

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

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Una flor en el desierto de novedades en que se ha convertido la guía Michelin del 2012 para la gastronomía catalana:Quim Casellas, del restaurante Casamar (Llafranc). El cocinero, miembro del colectivo Cuina de l'Empordanet y del movimiento Slow Food, es el único que se estrena con una distinción de labibliaroja; el otro triunfador fueJordi Cruz,que sumó la segunda en el Àbac (Barcelona). No hay nada más para los fogones de Catalunya, tan bien considerados el mundo como ninguneados por la casa de neumáticos. Los cocineros, tanto los de aquí como los que trabajan más allá del Ebro, comienzan a estar un poco cansados. De momento, impera el silencio -incómodo- en público y la queja -amarga- en privado. Eso pasó la noche del jueves en el Palace, donde se presentó la nueva guía.

Así que mejor hablar conCasellas,feliz por haber conseguido una estrella «bendecida». Si el miércoles al mediodía tenía cinco clientes en el restaurante del hotel de la familia, un dos estrellas con vistas al mar de 20 habitaciones, ayer ya sirvió a 37. Elefecto Michelin. Hoy lo tiene lleno, igual que los próximos días. «Es vitamina pura porque son días muy duros para la restauración. Y cuando tienes poca gente, te cuestionas si lo que haces tiene sentido», resume el cocinero de 36 años, que aún está «flipando» y que repartiría la distinción «entre las 100 o 200 personas». que le han ayudado. Él ha puesto mucho de su parte desde que descubrió la cocina deJoan Piqué,que tenía una estrella por su local de Santa Cristina d'Aro. Él le abrió la mente y las puertas de colegas comoCarles Gaig, Fermí Puig, Jean Luc Figueras yJoan Bosch,con los que pasaba semanas aprendiendo en sus días de vacaciones. Y lo que al principio eran dos o tres platos para que los clientes del hotel que celebraban algo no se fueran a comer a otro sitio, se ha convertido en un lugar al que peregrinar por su propuesta, basada en el producto de la zona. «Seguiremos haciendo lo que nos gusta y pasarlo bien».