Mónica Pont y su marido se pelean por la custodia de su hijo

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La actriz y presentadora Mónica Pont, de 36 años, y su marido, el empresario Javier Sagrera, de 44 años, iniciaron ayer ante un juez de La Bisbal la batalla por la custodia de su hijo, Javier, de 3 años. La traumática ruptura de la pareja, en la que se han mezclado acusaciones de presuntos malos tratos y de coacciones, volvió a revivirse en la vista celebrada por las medidas cautelares.

En el fondo de la separación, de hecho desde el 28 de febrero cuando la actriz y su hijo se fueron de repente del domicilio de Torroella de Montgrí (Baix Empordà), está la custodia del hijo. La actriz, conocida por series televisivas como Hostal Royal Manzanares y Esencia de poder, ha requerido que se le otorgue a ella, mientras que su marido ha pedido lo mismo o que sea compartida: unos días con la madre y otros con el padre. El otro punto en discusión son los 6.000 euros mensuales y el uso de la casa familiar solicitado por Pont.

LOS DETECTIVES

En la vista declararon desde la actriz (a la izquierda en la foto), su madre y el empresario hasta el servicio doméstico, amigos, psicólogos y detectives. Cada uno tiró hacia la parte que le había propuesto. Los investigadores privados dijeron la suya. Unos ratificando informes sobre un novio de la modelo, que conoció cuando aún vivía en pareja, y otros sobre los recursos del hotelero. A algunos asistentes les sorprendió la presencia del padre de Mónica, separado de su mujer desde hace años, que acompañó a allegados de Sagrera y que no declaró.

De los presuntos malos tratos del empresario a la actriz no se habló. Recomendados por el juez en interés del menor y la interferencia que se producía en la demanda de separación, la pareja ha llegado a un acuerdo para retirar las denuncias mutuas: la de la modelo por violencia doméstica y la de Sagrera por coacciones. El juez ha archivado provisionalmente el proceso penal contra el marido, a pesar de que el fiscal se opuso, y también el de Sagrera contra su casi exmujer. Las espadas ahora están en alto en el pleito de separación.