Zeffirelli habla de su idilio con Visconti en sus memorias

ROSSEND DOMÈNECH /ROMA

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Los foros de debate de los gais italianos andan revueltos desde hace unos días, con agresivas discusiones e incluso insultos, a causa de laAutobiografíadeFranco Zeffirelli(Mondadori), un mamotreto de 540 páginas. Muchos participantes le echan en cara al cineasta italiano que ha puesto en escena obras deVerdiyShakespeare,que solo ahora, a sus 83 años, haya salido del armario para confesar, entre otras cosas, que vivió un gran amor conLuchino Visconti.

En internet se pueden leer frases así: "Recuerdo cuandoZeffirellisalía en la tele, él, católico creyente, homófobo, hipócrita lameculos y meapilas de los curas y de losteocon,a recitar la parte del pelma heterosexual conformista", decía un visitante de www.gay.tv. "No le aprecio, porque es una persona que habiéndolo obtenido todo de la vida, nunca ha ayudado a quienes combatían por sus derechos y dignidad. Sin embargo, no puedo dejar de admirar al artista que tanto ha hecho por la cultura clásica italiana", decía otro.

El voluminoso texto ha salido a la venta coincidiendo casi con la inauguración, el pasado jueves, de la temporada de La Scala de Milán con la puesta en escena deZeffirellide laAida,deVerdi.

En una soprendente confesión,Zeffirellicuenta su desvirgue sexual cuando, de chiquillo, un fraile de una parroquia de Florencia le besuqueó y molestó. "Después de haber satisfecho su deseo inconfesable con el simple contacto del cuerpo, se relajó", escribe el exsenador por los conservadores.

A pesar de lo explícito del relato,Zeffirelliexplica que ha sido "siempre discreto en su sexualidad", y recuerda que "solamente 10 años atrás" admitió en San Francisco que había tenido "experiencias con hombres". "Soy homosexual, pero no gay, porque es una palabra que odio, por ofensiva y obscena", explicaZeffirelli.

Sobre su relación conVisconti,afirma queAnna Magnanile advirtió queLuchinoera "una serpiente". Sin embargo, paraZeffirelliera su "modelo de todo lo que de verdad contaba". Gracias aViscontise le abrieron las puertas deCocteau, MaraisyCoco Chanelen París.

EL NIÑO BASTARDO

En la partida de nacimiento deZeffirelliponía que era hijo de NN. Su madre,Adelaida Garosi,era sastra para la gente bien de Florencia. Estaba casada, pero se enamoró de un conocido comerciante de tejidos de la ciudad, del que se quedó preñada. Naturalmente, se armó un escándalo. "¡Bastardito!", le llamaban aZeffirellien la escuela.

En el acta de nacimiento, el apellido del escolar había sufrido un ligero cambio por culpa de un error. DoñaAdelaidaquiso ponerle el nombre deZeffiretti,pero el funcionario escribió unastestan estilizadas que pasaron comoeles,y así quedaron para la historia del teatro, la televisión y el cine de Italia.

La afición por la ópera surgió muy temprano, cuando a los 11 años le llevaron a verValkiria,"una historia de amor y poder relatada de manera que hasta un chico podía entenderla", escribeZeffirelli,que añade: "Me divertí muchísimo y el vaivén de héroes me encantó, un poco como le sucedería hoy a un niño conLas guerras de las galaxias".

También le influyó muchoMaria Callas,de la que expresa un cierto enamoramiento en suAutobiografía:"El mundo de la lírica se divide entre un antes y después de ella. Para hacerla volver a cantar fui hasta Escorpios, en casa del horribleOnassis,que durante una excursión en barco, intentó seducirme, tal vez para meter cizaña entreMaríay yo". Pero, al parecer, el naviero no se llevó el gato al agua.