Entrevista

Alba Balcells, directora del INCAVI: “Queremos que Catalunya sea consumidora de sus propios vinos”

Balcells trabaja desde el Institut Català de la Vinya i el Vi para modernizar el sector del vino catalán tanto desde el punto de vista de la innovación como del medioambiente.

Analiza el presente y el futuro de la industria, a la vez que aboga por el consumo de vinos de proximidad

Alba Balcells, directora general del INCAVI

Alba Balcells, directora general del INCAVI

María Velasco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-¿Cómo inició su trayectoria en el mundo del vino y qué le motivó a liderar este prestigioso instituto?

-El mundo de la viña y del vino es un sector que me apasiona y en el que no he dejado de formarme; prueba de ello son los tres certificados WSET (Certificación Internacional de Conocimiento del Vino y de sus procesos de elaboración). Considero que este es un sector extremadamente dinámico con mucho margen de actuación, así que afronto el reto con mucha ilusión y motivación pero también con un gran sentimiento de responsabilidad. Conozco bien el sector, sus demandas y sus necesidades: durante 5 años fui responsable de la oficina de Relaciones Institucionales del Departament d’Agricultura de la Generalitat de Catalunya con el encargo de preparar leyes, enmiendas y respuestas a las competencias de esta Conselleria. Me siento especialmente orgullosa de la Llei de la Vitivinicultura o de la Llei dels Espais Agraris. Respecto al hecho de ser la primera mujer al frente de esta institución no debería ser excepcional en un sector donde hay tantas mujeres liderando proyectos desde el campo, pasando por las bodegas y también en la prescripción de vinos. 

-¿Cuál es su visión para el futuro del INCAVI y qué objetivos principales se ha propuesto alcanzar durante su mandato?

-Nuestro proyecto en el INCAVI arrancó con la elaboración de un plan estratégico llamado #HorizóINCAVI2025 que está, actualmente, plenamente operativo y que ha contado con la complicidad y participación del conjunto del sector vitivinícola catalán y un grupo asesor de expertos. Este plan -que prevé la transformación de una institución histórica con más de 42 años de trayectoria- contiene 23 proyectos estratégicos que dan respuesta a los diferentes retos del sector: desde la investigación, al control de la calidad, sin olvidar, la difusión de la cultura del vino. Buenos ejemplos son el lanzamiento de los centros para dar respaldo y soluciones al sector: INCAVI LAB, y el portal internacional web Catalanwines.com, una puerta de entrada para el público internacional a las singularidades y riquezas del vino catalán. En resumen, trabajamos para que el vino catalán sea más conocido y más reconocido. 

-En un mundo en constante cambio e innovación, ¿qué estrategias tiene en mente para mantener a Catalunya a la vanguardia en la producción y calidad del vino?

-Fruto del compromiso con el sector al que aludía, nuestra apuesta pasa por la innovación. Concretamente, por una estrategia pionera en el uso de nuevas tecnologías como el blockchain para proteger el valor del vino. Asimismo, esta nueva tecnología nos permite abordar otros retos relevantes para el sector, como la simplificación de los trámites burocráticos asociados a la auditoria anual que realizan las bodegas o el aumento de la trazabilidad delante de un consumidor cada vez más conectado y que exige saber todo de todo el proceso de elaboración del producto.

-La sostenibilidad es un tema crucial hoy en día. ¿Cómo planea el INCAVI integrar prácticas más sostenibles y ecológicas en la viticultura catalana?

-Son múltiples los proyectos de investigación aplicada que está desarrollando INCAVI, como centro público de investigación en I+D del sector vitivinícola catalán, como por ejemplo: control de la sequía y uso del agua, manejo de cubiertas vegetales, recuperación de variedades de uva olvidadas y que están demostrando más adaptadas al cambio climático. Todo ello con la finalidad de facilitar transferencia de conocimiento y herramientas al sector.

-Catalunya es famosa por sus vinos excepcionales. ¿Cómo puede mejorar la promoción internacional de nuestros vinos y fortalecer la presencia catalana en el mercado vinícola global?

-Por un lado, promoviendo el máximo estándar de los vinos de calidad en Denominación de Origen catalana con el proyecto de los Vinos de Finca Calificada, que es la máxima distinción que otorga la Generalitat de Catalunya. En paralelo, estamos desarrollando una estrategia de aumento de la notoriedad del vino catalán en el mercado interno. Queremos dar a conocer más y mejor nuestras variedades de uva, nuestras denominaciones de origen, nuestros paisajes y nuestra oferta enoturística. Y no sólo porque sea nuestro, sino porque es de una enorme calidad. Trabajamos para pasar de ser una región productora, a ser una región conocedora y, finalmente, a ser una región consumidora de sus propios vinos. Este es uno de nuestros mayores retos: conseguir que el consumo de vino en Catalunya pase a ser mayoritariamente de vinos de proximidad, elaborados por el conjunto de nuestros productores. Se trata de una campaña como nunca se ha hecho desde INCAVI y pretende dar respuesta a una demanda histórica del sector.

Por otro lado, no quiero dejar de destacar la alianza establecida con una entidad de prestigio internacional como es el Wine & Spirit Education Trust (WSET), con sede en Londres y presencia en más de 150 países, y que desde este año cuenta con un programa específico relativo al vino catalán.

-¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades que anticipa para el sector vitivinícola en Catalunya en los próximos años y cómo planea abordarlos?

-En la actualidad, nuestro sector está inmerso en un contexto global de alta exigencia donde se debe hacer frente a multitud de factores. Nos preocupa y ocupa, por ejemplo, el cambio climático y la sostenibilidad de la vitivinicultura en sus tres ámbitos: económico, social y medioambiental. Es necesario que la sociedad conozca y valore más el esfuerzo de los viticultores por mantener nuestro paisaje y su biodiversidad; y, así, mejorar la retribución que los viticultores perciben por su trabajo. Simultáneamente a la superación de estos retos -que también deben ser vistos como oportunidades, a nuestro modo de ver-, los nuevos hábitos de consumo requieren una adaptación de todos los actores de la cadena de producción. Desde INCAVI, como centro público al servicio del sector del vino, trabajamos de forma integral y conjuntamente para resolver todos los desafíos actuales y futuros. De hecho, la propia existencia de una institución pública específica de la viña y el vino como es INCAVI es una singularidad respecto otras regiones y una oportunidad que debemos saber aprovechar. Y así lo haremos.