Turismo gastronómico

Las rutas del vino por Catalunya

Catalunya, con sus afamados vinos y bodegas, desempeña un papel fundamental como motor económico, impulsando la agricultura, la exportación y la generación de empleo.

Su influencia como atractivo turístico hace que ofrezca a sus visitantes la oportunidad de explorar paisajes únicos para disfrutar de experiencias enológicas.

Un campo de viñas durante el atardecer

Un campo de viñas durante el atardecer

Borja Cifuentes

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El turismo gastronómico sostenible es una forma de viajar que se basa en la experiencia culinaria y busca descubrir no solo los productos alimentarios, sino también los productores y el contexto físico y humano en el que se encuentran. En este sentido, la protección del patrimonio gastronómico y la promoción del turismo gastronómico deben realizarse siguiendo los principios de desarrollo sostenible, contribuyendo así al desarrollo económico, ambiental, cultural y social. El vino tiene un papel destacado como patrimonio culinario en Catalunya. Se le considera un elemento fundamental de la cultura gastronómica y se reconoce su importancia en la identidad de la región. La presencia del vino como patrimonio culinario tiene un impacto significativo en la promoción del turismo gastronómico, ya que atrae a visitantes interesados en conocer y disfrutar de la tradición vitivinícola local.

La implementación del vino como producto que contribuye a la sostenibilidad de la región a través del turismo gastronómico es un aspecto clave. Hay que destacar la importancia de la producción y el consumo responsable para garantizar la preservación del patrimonio culinario y la promoción de estrategias que promuevan un turismo gastronómico sostenible. Estas estrategias incluyen la incorporación de prácticas de desarrollo sostenible en la cadena de valor del turismo gastronómico y la creación de experiencias auténticas y responsables con el medio ambiente.

El turista comprometido

El turista cultural es un viajero interesado en conocer, disfrutar y vivir la esencia y la identidad del territorio que visita. A diferencia de otros tipos de turistas, el turista cultural busca una experiencia única, sumergiéndose en la historia, las tradiciones, la gastronomía y el arte local. Este tipo de turista tiene un mayor gasto diario en comparación al turista tradicional de sol y playa, lo que representa una gran oportunidad económica para la región. Este tipo de viajero se sumerge en la cultura del vino, explorando viñedos pintorescos, participando en catas de vino guiadas por expertos, conociendo a los viticultores locales y descubriendo los secretos detrás de la elaboración de cada botella. El turista vitivinícola disfruta de la combinación perfecta entre la belleza de los paisajes vinícolas, la historia de las bodegas y, por supuesto, el placer de saborear vinos únicos y exquisitos. Ya sea recorriendo las colinas de la Toscana en Italia, las bodegas de Burdeos en Francia o los viñedos de Napa Valley en California, o por supuesto las Bodegas Sumarroca en Penedés, el enoturista vive una experiencia inolvidable que combina la pasión por el vino con el descubrimiento de nuevos destinos.

El potencial del sector

Catalunya es una región con una gran tradición vitivinícola, destacando por su producción de vino y su superficie de viñedos. Con más de 56,000 hectáreas de viñedo, Catalunya representa el 5.9% del total nacional. Además, produce alrededor de 3.2 millones de hectolitros de vino al año, lo que equivale al 8.4% del total nacional. Las provincias de Barcelona y Tarragona son las que concentran la mayor superficie de viñedo y volumen de producción de vino en la región. Catalunya también se destaca en el cultivo ecológico, siendo la segunda región con mayor superficie de viñedo ecológico y la comunidad autónoma líder en número de embotelladoras de producción ecológica. Este enfoque en la sostenibilidad y la producción ecológica contribuye a la imagen de Catalunya como un destino turístico comprometido con el medio ambiente.

El impacto económico

El sector vitivinícola tiene un impacto significativo en la economía de Catalunya. Aporta el 1.6% del PIB de la región y genera aproximadamente el 2% del empleo total, equivalente a 61,350 empleos a tiempo completo, teniendo en cuenta los efectos directos, indirectos e inducidos. Además, Catalunya es la segunda principal comunidad autónoma exportadora de productos vitivinícolas en España, lo que contribuye positivamente a la balanza comercial de la región.

El sector vitivinícola desempeña un papel fundamental en la economía de Catalunya, contribuyendo de manera significativa a su desarrollo económico y generando empleo en toda la región. Catalunya es una de las principales comunidades autónomas productoras de vino en España, y su producción vitivinícola goza de una reconocida reputación tanto a nivel nacional como internacional. La diversidad de microclimas y suelos en esta región permite el cultivo de una amplia variedad de uvas, lo que resulta en una producción diversificada de vinos de alta calidad, desde los cavas espumosos hasta los tintos robustos de la región de Priorat. Este sector no solo contribuye a la economía a través de la producción y comercialización de vinos, sino que también impulsa el enoturismo, atrayendo a visitantes de todo el mundo a las bodegas catalanas y promoviendo el turismo rural. Además, la exportación de vinos catalanes a mercados internacionales ha experimentado un crecimiento constante, lo que ha fortalecido la posición de Catalunya en el comercio global de vinos. 

QUÉ VISITAR

Priorat

El Priorat no solo ofrece vinos excepcionales, sino también un patrimonio histórico y natural de gran valor. La Cartuja de Escaladei, cuna de la viticultura en la zona, es un ejemplo de la riqueza cultural que se puede encontrar en esta comarca. Los amantes del vino no deben perderse una visita a bodegas de renombre como Merum Priorati, Cal Batllet o Clos Erasmus.

Penedès

Cuna del cava y del modernismo con poblaciones vitivinícolas como Vilafranca del Penedès i Sant Sadurní d’Anoia, en esta ruta se pueden visitar bodegas emblemáticas como las cavas Codorniu, diseñadas por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, o las de Agustí Torelló, Albet i Noya o Recaredo, que elaboran cavas ecológicos y artesanales. El Penedès es líder en la elaboración y exportación de vinos.

Pla de Bages

La comarca del Pla de Bages apuesta por la recuperación de variedades autóctonas en sus vinos. De visita obligada el Monasterio de Sant Benet, de estilo románico, ofrece un entorno natural privilegiado, ideal para practicar actividades al aire libre o relajarse en un spa y visitar bodegas innovadoras como Abadal, Oller del Mas o Celler Solergibert.