El Espanyol desata la locura en Andorra y Gerard Piqué no se lo perderá

El Estadi Nacional no es que sea Maracaná, tampoco lo pretenden, pero cuesta, cuesta horrores llenar las gradas de aficionados. Andorra es un pequeño país donde el fútbol no lo ocupa todo, porque también están el baloncesto y el esquí, deportivamente las pasiones se diversifican más que en otros lugares. Pero que venga el Espanyol no pasa desapercibido. “Nuestros patrocinadores sólo hacen que rogarnos para que guardemos entradas para clientes blanquiazules”. Y hasta da la impresión de que salgan pericos debajo de las piedras románicas del país.

Mientras los andorranos miran el cielo a la espera de que nieve de verdad porque de ello depende buena parte de la economía y el turismo del país pirenaico, este sábado de transición entre los esquiadores, agotados por el puente de hace unos días y a la espera de la Navidad, las calles comerciales de Andorra la Vella y Les Escaldes se llenarán de aficionados al fútbol vestidos con la camiseta del Espanyol. “Es un partido histórico”, reivindica Eder Sarabia, técnico del conjunto tricolor, a preguntas de este diario, y tan histórico porque el Estadi Nacional no se llena desde que se consiguió el ascenso a Segunda y porque sólo se había hecho antes cuando jugaron Inglaterra, Francia y Portugal, un partido inolvidable para los hinchas de la selección que todavía se frotan las manos recordaron que los portugueses tuvieron que sacar a Cristiano Ronaldo del banquillo para conseguir la victoria.

“Hemos generado una gran expectación y el ambiente sólo es comparable al vivido cuando jugaron aquí las grandes selecciones europeas”, repite Sarabia. El Espanyol difícilmente encontrará en Segunda un ambiente tan amical y cargado con todos los honores como el que vivirá este sábado en el Estadi Nacional, con todas las entradas vendidas y con seguidores blanquiazules que llegaran de las pequeñas ciudades pirenaicas catalanas próximas a Andorra como La Seu d’Urgell. No queda una entrada disponible. ¡Es más! Todo el aforo se agotó a las pocas horas de que las localidades se pusieran a la venta.

Con la bici a cuestas

Sarabia ha pasado las horas previas al partido como suele hacer. Tras los entrenamientos sale en bici por las montañas del país donde rueda con algunos de los ciclistas profesionales que residen en Andorra. Es como una especie de terapia para desconectar del fútbol, pero a la vez para ir pensando en las tácticas a emplear en un equipo al que le gusta mover el balón, que llegó a ser colíder de la categoría todavía con el mes de agosto en activo, para pasar luego por un vía crucis de resultados hasta que poco a poco han ido recuperándose. Hace cuatro jornadas que no pierden, aunque sólo están a tres puntos del descenso. “Estamos ante uno de los encuentros más importantes de la historia del fútbol andorrano por los vínculos que Andorra tiene con Catalunya”, añade el entrenador. Tanto que, hasta Gerard Piqué, presidente del club, estará en la grada ante el duelo con uno de los equipos que más le motivaron cuando se ponía de corto y se calzaba las botas con el Barça, por donde también pasó Sarabia como ayudante de Quique Setién.

En Andorra hay peñas del Barcelona y del Benfica; en este último caso porque existe una colonia de más de 15.000 personas de origen portugués establecida en el país. Pero no la hay del Espanyol. El FC Andorra entregó 300 de las 3.300 entradas disponibles al conjunto barcelonés. Pero enseguida pidieron más y les añadieron otras 400 por cortesía. Luego empezó la venta anticipada, primero para abonados y residentes y luego para el público en general. Todo agotado hasta el punto de que no es una exageración escribir que difícilmente el Espanyol ha provocado tanto bullicio en un desplazamiento desde hace años.

Polémica solventada

Jugarán en el Estadi Nacional, casa provisional del Andorra por un acuerdo entre el club de Piqué y las autoridades estatales que casi naufraga hace un par de meses. La mayor discrepancia llegó cuando el exfutbolista azulgrana llegó a amenazar que se llevaba la franquicia a otro lugar. Ahora el ambiente se ha tranquilizado, hay buen rollo y nadie duda de que, aunque no haya nada firmado, el año que viene, con la esperanza de que se siga en Segunda, el Andorra continuará disputando los partidos en el estadio del país.

Para ello hay que desterrar la irregularidad del equipo, algo que ocurrirá -de hecho, ya está pasando al margen de que lo que suceda ante el Espanyol-, porque Sarabia está convencido del juego y la calidad de sus futbolistas. “La irregularidad viene nada por la dificultad de la categoría, el modelo de juego nuestro y la juventud de los jugadores que tratan de adaptarse al equipo. Tenemos futbolistas con talento, que están aprendiendo. Pero como el año pasado el equipo ha ido de menos a más”. Y, entre medio, llega el Espanyol, también con sus problemas, para jugar en tierra amiga y con un estadio rebosante de salud en las gradas.