Albert Samsó, el campeón de uno de los países más pobres del mundo: "En Burundi he aprendido más de lo que he enseñado"

Fue el primer entrenador catalán que iba a trabajar a Burundi y ha sido el primer entrenador catalán en conquistar un título en Burundi. Albert Samsó, manresano de 47 años, viajó al pequeño país africano en septiembre y ha regresado en junio mayo con la Copa del Presidente, después de haber clasificado a su equipo, Aigle Noir SC (Águila Negra) quinto en la Liga.

El muzungu ha revolucionado Makamba, la población donde reside el club. No solo por ser el único blanco (muzungu en suahili) de la región, que lleva el mismo nombre de la ciudad, de 20.000 habitantes, sino porque ha sido el segundo entrenador europeo (el primer valiente fue un belga) que se ha atrevido a adentrarse en ese fútbol tan poco atractivo y subdesarrollado que se presupone (y confirmó Sansó) a uno de los países más pequeños del continente y uno de los más pobres del mundo.

De la teoría a la práctica

Con toda la humildad, y con toda el entusiasmo, Samsó quiso probarse a sí mismo en la vertiente técnica y personal viviendo lejos de la familia (mujer y dos hijas) y aplicar los conocimientos que ha adquirido con los años, siendo como es entrenador con el nivel UEFA Pro y profesor de la Escola d'Entrenadors de la Federació Catalana de Futbol. No era un reto menor verse capaz de llevar a la práctica de la competición la teoría de la pizarra.

"He aprendido más de lo que he enseñado", reflexiona Samsó de la experiencia vital y profesional. Aprendió a desenvolverse en un medio inhóspito, desconocido, a mejorar el francés y progresar con el inglés y la gestión de la vida cotidiana de un club de fútbol, con los entrenamientos, los partidos, los desplazamientos y la convivencia de una plantilla de 28 futbolistas, que se redujo a 25 y que luego ha terminado siendo de 14 futbolistas que han conformado la base del equipo.

Aprender y enseñar

El Aigle Noir lideró la liga durante varios meses, y empezó a diluirse en el duelo con el entonces segundo clasificado para competir por el título. La derrota le restó opciones, y un gol en el minuto 97 le impidió terminar tercero. Sin embargo, conquistó la copa venciendo de nuevo al campeón de Liga, el Bumamuru FC, al que le había ganado y empatado los dos duelos del campeonato.

"¿Qué he enseñado? Ellos me dicen que mucho. Básicamente orden, organización. Una estructura de trabajo. No existía planificación ni un sentido del por qué se hacen las cosas", afirma, "muy satisfecho" de esa etapa en África que continuará. Naturalmente, el club desea que continúe. Pero Samsó cuenta con ofertas de Kenia y Sudáfrica, aparte de la renovación del Aigle Noir Makamba.

Objetivos cumplidos

Ha cumplido los objetivos trazados. Le pidieron que dotara al equipo de una identidad, que clasificara al Aigle Noir a una competición internacional y que creara futbolistas cotizados para ser traspasados. Admite Samsó, nacido en Manresa el 3 de junio de 1975, que el primer punto es el único discutible por subjetivo. Cree que ha creado una cierta manera de jugar, pero no la que esperaban en Makamba poco después de que llegara.

"Asimilan que llegas de Barcelona con que vas a inculcar el estilo del tiki-taka, que les harás jugar como el Barça", explica del término que le repetían, como si fuera posible calcarlo con cualquier tipo de futtbolistas. Es innecesario apuntar que cualquier jugador de la plantilla blanquinegra no llegaría al taco de la bota de cualquier pupilo que tuvo Guardiola entre 2008 y 2012.

Las otras peticiones se han cumplido. "Hemos sido campeones de Copa y hemos entrado en una competición africana. Y en una plantilla sin ningún internacional, han ido dos jugadores con la del Congo, uno con la de Burundi y siete en la sub-23 de Burundi", relata Samsó, el muzungu de Makamba.

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