CINCO LIGAS EN SIETE AÑOS

El City de Guardiola conquista la Premier tras la derrota del Arsenal

Así torturó Guardiola al Madrid: relato táctico y emocional de la revancha perfecta

"Hemos jugado con el dolor que llevabamos un año dentro. Lo sacamos", dice el técnico

Guardiola celebra uno de los cuatro goles del City al Madrid en Manchester.

Guardiola celebra uno de los cuatro goles del City al Madrid en Manchester. / Reuters

Marcos López

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Se rindió el Arsenal. Se rindió incapaz de seguir la supersónica carrera del City de Guardiola, que se ha vuelto a proclamar campeón de la Premier. No ha tenido ni tan siquiera necesidad de jugar porque el equipo de Arteta claudicó en el campo del Nottingham (1-0, gol del nigeriano Taiwo Awoniyi), exhausto - sumó nueve puntos de los últimos 24 en juego - como le había dejado la soberbia reacción citizen.

Este domingo juega contra el Chelsea en su estadio (17.00 h) ya luciendo orgulloso la corona de campeón. Es la quinta Premier en siete años de Guardiola, que vive su semana grande en Inglaterra después de eliminar al Madrid de la Champions con un inolvidable y maravilloso 4-0 que figura ya en la lista de obras maestras tras sacarse el "dolor" que llevaba dentro desde que fue engullido hace un año en el Bernabéu.

Camino de Estambul va el City, con la Premier en el bolsillo (tercera consecutiva), en lo que significa la undécima Liga para Guardiola. Ganó tres de cuatro con el Barça, alzó tres Bundesligas de tres y suma cinco de siete posibles en Inglaterra. O sea, 11 Ligas en 14 temporadas. 12 en 15 si se incluye la que conquistó como técnico del filial cuando llevó al Barça al campeonato en Tercera División.

Una Premier que tenía perdida en enero cuando el Arsenal en enero dominaba con cierta solvencia – tenía cinco puntos de ventaja en el liderato – sin intuir entonces que el desbocado City de Guardiola le pasaría por encima encadenando hasta 10 victorias consecutivas en las 10 últimas jornadas. 30 de 30 con el consiguiente impacto emocional en su rival londinense, al que desgastó de tal manera que levantó la bandera blanca de la rendición.

Del fuego perdido a la pasión por el triunfo

Esa ventaja llegó a ser, aún mediados de enero, de ocho puntos. Ocho puntos que fueron volatilizados por un equipo, el de Guardiola, que ha vivido en constante reinvención, capaz como ha sido el técnico de integrar a Haaland en su tejido táctico hasta convertirlo en un arma tan letal como imposible de anular. No solo eso. El entrenador ordenó un cambio de sistema, incluyendo a Stones como central / medio centro junto a Rodri, ampliando el catálogo de registros de su equipo.

De tan nuevo que es nadie sabe cómo pararlo. Cuando los rivales creen tener el antídoto, ya es demasiado tarde. La solución no era lo que habían visto sino lo que no imaginaban. Guardiola va un paso por delante. Y ni Arteta, que había sido ayudante suyo en el City, tiene la llave de la caja fuerte. Pep se la ha ido cambiando cada día.

TOPSHOT - Manchester City's Portuguese midfielder Bernardo Silva (R) celebrates scoring the opening goal with Manchester City's Norwegian striker Erling Haaland (C) during the UEFA Champions League second leg semi-final football match between Manchester City and Real Madrid at the Etihad Stadium in Manchester, north west England, on May 17, 2023. (Photo by Oli SCARFF / AFP)

TOPSHOT - Manchester City's Portuguese midfielder Bernardo Silva (R) celebrates scoring the opening goal with Manchester City's Norwegian striker Erling Haaland (C) during the UEFA Champions League second leg semi-final football match between Manchester City and Real Madrid at the Etihad Stadium in Manchester, north west England, on May 17, 2023. (Photo by Oli SCARFF / AFP) / Oli SCARFF / AFP

Aunque necesitó, eso sí, ponerse serio y elevar el tono de voz para levantar a un equipo, el suyo, que vivía con burocracia el paso de la Premier. En aquella bronca se estaba creando la semilla de la quinta Premier. "Estamos como… cuatro Premiers en cinco años y yo veo al Arsenal, la pasión… ¿Qué tiene? Dos décadas, 20 años sin ganar la Premier y ahora mismo matan por cada balón; nosotros, no”, alertó el técnico del City, cansado de ver a sus jugadores sin entusiasmo. No tenían alma. Jugaban y punto. Bien, pero nada más. “Oh, qué bien hacemos la salida del balón! La presión! Pero hay algo dentro que no tenemos”, afirmó enfadado.

Miedo a la altura del Arsenal

De pronto, Guardiola encendió a su equipo. Ardió en busca de la pasión que no tenía, emprendiendo una enloquecida carrera que parecía no llevarle a ningún lugar porque no solo necesitaba ser perfecto – lo ha sido – sino que requería de que el Arsenal sintiera el miedo a la altura. El vértigo a lo desconocido.

Ambas circunstancias se fusionaron en cuatro meses que serán recordados para siempre en Inglaterra. O cuando Arteta, uno de los mejores alumnos del guardiolismo, no pudo con Guardiola. Siete años, cinco Premiers, tres consecutivas, lo nunca visto en los tiempos contemporáneos. La dictadura de Pep en un fútbol donde, supuestamente, no encajaba su estilo.