Análisis

De los creadores de la Superliga, cinco 'clásicos' para empezar

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Discutir o dudar de que la UEFA y/o la FIFA tienen un absoluto monopolio sobre el fútbol, sobre el ejercicio de ese juego, sobre la organización de ese negocio, sobre el control de ese entretenimiento en manos de unos cuantos pillos (incluidos los máximos dirigentes internacionales, capaces de conceder y/o regalar un Mundial a Qatar y celebrarlo), es absurdo. Mientras, la justicia va haciendo de las suyas y todo el mundo, unos y otros, ¡serán ingenuos!, se creen vencedores.

Mientras todo eso sucede, mientras Real Madrid y Barça (siempre por delante Florentino Pérez, siempre a rebufo Joan Laporta) continúan en sus trece, convencidos de que van a ganar, mientras la Juventus se descuelga y no de cualquier manera, sino haciendo el ridículo en plan, esta vez sí, ‘vecchia signora’ (no sé yo si la justicia-justicia y la justicia deportiva española se hubiesen comportado con tanta grandeza y dureza contra uno de los grandes el fútbol español, no sé yo), los creadores de la Superliga han conseguido el más difícil todavía, una proyección, en España, de cinco ‘clásicos’, imitación, dicen, de los únicos partidos que interesan a los aficionados y que, según ellos, son los que se producirían cada semana si naciese su nuevo proyecto. Pensar que si el Barça hubiese sobrevivido en Champions hubieran podido ser hasta siete, ya suena esperpéntico.

El mundo al revés

Y, curiosamente, al margen de que nadie le ha preguntado hoy a Xavi por el enfrentamiento copero con el Real Madrid, lo cierto es que los tres duelos en un mes se anuncian poco menos que definitivos para los títulos que hay en juego. Y se anuncian justo cuando el mundo (futbolístico) vive la más curiosa de las situaciones, con las perdices disparando a las escopetas, con el Real Madrid jugando de maravilla y no ganando y el Barça jugando mal y sumando de tres en tres.

La confesión de hoy de Xavi, con un reconocimiento, tremendamente honrado, sobre la no finura del juego azulgrana, sobre la necesidad de intentar ganar a través del buen fútbol (cosa que no se está logrado últimamente, por más que se empeñen muchos en decir lo contrario), es un paso adelante para reconocer que, pese a sumar más puntos que nadie, el relato, siempre vital para muchos culés, no se está cumpliendo, justo cuando más puntos tiene el equipo y menos fútbol.

LAPORTA, FLORENTINO. FOTO: VALENTI ENRICH

Florentino Pérez y Joan Laporta. / VALENTI ENRICH

Siguiendo esa teoría, insistiendo en que para el Barça solo vale ganar jugando bien, el Real Madrid parece ahora, pese a empatar, mejor posicionado a la hora de hacer frente a la durísima serie de partidos, incluidos esos tres 'clásicos', que le vienen encima, que el conjunto de Xavi, con más suerte que juego.

El Barça, agarrado más al resultado que a su fórmula, muy cambiante últimamente al preferir un cuarto centrocampista polivalente que un tercer ineficaz delantero, es feliz, como diría Txiki Begiristain, mirando el teletexto y viéndose líder destacado antes de concluir, mañana, la primera vuelta del campeonato, que podría cerrar con 50 puntos, algo impresionante para el fútbol que ha desplegado.

Y, no solo eso, con la plantilla tremendamente descompensada, aunque Xavi no llore: se han ido Piqué, Memphis y Bellerín y no le han traído suplente alguno. Eso, ni suplentes. Y cada vez con menos delanteros.

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