El Marruecos de Regragui se considera el 'Rocky Balboa' de este Mundial

qatar desde mi sofa / Emilio Perez de Rozas

qatar desde mi sofa / Emilio Perez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ya está. Ya tenemos a las cuatro mejores selecciones del mundo. Habrá quien no se lo crea. Habrá quien las cuestione. Peor para ellos. Son las que son. Las que se lo han ganado. Y bien ganado. Son las cuatro selecciones que vivirán, que disfrutarán, que sufrirán, que protagonizarán la última semana, enterita, del Mundial de la discordia, de una Copa del Mundo que jamás debió de celebrarse en Qatar pero, ya que estamos, después de contar (y denunciar) todo lo que se contó y denunció, que sirvió de poco y/o nada, debemos vivirla al menos para saber si, por fin, tenemos la sorpresa, la maravillosa sorpresa, de que una selección sin estrella en el pecho (Marruecos o Croacia) consigue imponerse y arrebatarle el sueño de lograr una estrella más sobre su escudo a las campeonas Argentina y Francia.

Llegado este punto y tras asistir anoche ¿verdad? a la (casi) auténtica final del Mundial, un apasionante Francia-Inglaterra, que terminó con una demostración de señorío, buen ganar y mejor perder, no como el poligonero final del Argentina-Países Bajos, bajo investigación por parte de la FIFA, que no se atreverá a nada de nada, solo podemos pensar que sería milagroso, auténticamente milagroso, que el ejército del maravilloso y virtuoso Luka Modric pueda imponerse al corazón de Argentina y la picardía de Leo Messi y/o que el portentoso y entusiasta grupo de valientes y aguerridos que comanda el no menos fornido Sofyan Amrabat (¿cuánto vale ahora ese todoterreno?) impida que la campeona Francia de Kylian Mbappé trate de repetir título en Doha. Por el camino se fueron a casa, sí, en un mar de lágrimas, ídolos como Neymar Júnior y, anoche mismo, Cristiano Ronaldo.

Cómo ganar un Mundial

¿Cómo se gana un Mundial?, le preguntaron al seleccionador argentino Lionel Scaloni antes de abandonar Buenos Aires. “Yo más que decir que el Mundial lo gana el que defiende bien, diría que lo gana el que es inteligente y, por supuesto, el que tiene, en momentos determinados, la suerte de su lado. Hay que ser cautos. El campeón será aquel que sepa cuándo atacar y cuándo defender. No creo de ninguna manera que el Mundial lo vaya a ganar un equipo que avasalle, no, que esté siempre en campo contrario. Ganará el equipo que mejor se adapte al día a día, a cada partido y, dentro de cada partido, a cada momento, bueno o malo. La inteligencia forma parte del fútbol, hay que entender que si no nos conviene o no viene bien, hay que hacer otra cosa”.

"El Mundial lo ganará la selección más inteligente, la que sepa cuándo atacar y cuándo defender, no la que avasalle durante todo el partido"

— Lionel Scaloni / Seleccionador de Argentina

Ninguno de los cuatro semifinalistas, lo siento (o no), son la octava maravilla del mundo. Los cuatro han sufrido tanto, tanto, para clasificarse, como méritos hicieron sus cuatro rivales en cuartos para ser ellos los premiados. Una cosa sí quedó clara en esta Copa del Mundo: el tiki-taka, la locura por la posesión, el juego combinativo no es de este mundo, es muy difícil imponerse, acabar ganando una competición así con ese tipo (hermoso) de fútbol. Hay que saber jugar a todo. Si no tienes alternativa, como no tuvo España, mueres en el camino.

La celebración de la victoria histórica de Marruecos en el centro de Barcelona

Celebración de aficionados de Marruecos, en Barcelona. / ZOWY VOETEN

Si algo demostró este Mundial es que las cuatro selecciones (Brasil, Países Bajos, Portugal e Inglaterra) que ganaron la posesión en sus enfrentamientos de cuartos se han ido a casa. Perdieron ante equipos que supieron guardar su portería y, en el mejor estilo del Real Madrid, ustedes ya me entienden, jugaron al ‘aquí te pillo, aquí te mato’ para superar la eliminatoria y convertirse en los supervivientes del choque. Nadie, desde luego, jugó inicialmente tan bien como la España de los 1.000 pases, ni siquiera aquellas que también quieren la posesión y el tuya-mía, como Brasil, Bélgica, Portugal o Alemania, pero todas estas ya en sus casas.

Final presumible

Es posible que muchos crean que va a ser muy difícil impedir que se imponga la lógica en unas semifinales que no son demasiado glamurosas, pero estas tres semanas de competición han demostrado que no se puede dar por derrotadas a selecciones como Croacia y Marruecos, que están donde están por méritos propios. Es más, ni siquiera Leo Messi y, mucho menos, Kylian Mbappé, que anoche hizo un partido lamentable, totalmente anulado por Jordan Henderson y Kyle Walker, garantizan que sus equipos estén ya en la soñada final o en una de las finales más esperadas, los dos ídolos del PSG, frente a frente.

"Cuando ves 'Rocky', tú quieres apoyar a Rocky Balboa por su trabajo duro y su compromiso. Yo creo que somos el Rocky Balboa de este Mundial"

— Walid Regragui / Seleccionador de Marruecos

Una cosa está clara, el enfrentamiento Francia-Marruecos del próximo miércoles hay que vivirlo en París donde habitan 1.5 millones de marroquíes. O en el puerto de Marsella. Ese sí puede ser un espectáculo único. Si algo está teniendo de hermosa esta Copa del Mundo es ver como una selección africana, Marruecos, ha metido a todo un continente entre los cuatro mejores equipos del mundo, por vez primera. Ver llorar a los ricos y ver cómo disfruta Amrabat y compañía al provocar la algarabía y felicidad de los suyos, menos agraciados que las grandes potencias mundiales, convierte el fútbol en algo maravilloso e ilusionante.

“Si al inicio del Mundial usted me dice que vamos a clasificarnos para jugar una de las semifinales, superando a Bélgica, España y Portugal, le digo que está usted loco y que es imposible”, contó ayer Walid Regragui, el novato seleccionador de Marruecos, que no ha perdido aún partido alguno con sus selección. “Pero lo que hemos hecho lo hemos hecho con mucho sacrificio, coraje y apoyo de nuestra gente. No somos fáciles de ganar. Tácticamente estamos muy bien, sabemos que tenemos jugadores técnicos y tenemos suerte, sí, también hemos tenido suerte. Cuando ves la película 'Rocky', tú quieres apoyar a Rocky Balboa por su trabajo duro y compromiso. Pues bien, yo creo que nosotros somos el Rocky Balboa de este Mundial. Ahora nos ha tocado Francia, estupendo, soy feliz, es mi segundo país”.

France's forward #09 Olivier Giroud and France's defender #22 Theo Hernandez celebrates as England's forward #09 Harry Kane reacts after missing a penalty kick during the Qatar 2022 World Cup quarter-final football match between England and France at the Al-Bayt Stadium in Al Khor, north of Doha, on December 10, 2022. (Photo by Paul ELLIS / AFP) AL KHOR [Municipio]

Olivier Giroud y Theo Hernández celebran el penalti fallado por Harry Kane, que se muerde la camiseta. / Paul ELLIS / AFP

Hay quien dirá, quien pensará que existe mayor locura en Argentina y/o Francia que en Croacia y/o Marruecos. ¡Mentira! Cuando un país tiene a su selección en las semifinales de un Mundial, cuando está tan, tan, tan cerquita de ser el mejor del mundo, todo se desborda, todo y todos, en cualquier rincón del mundo.

¿Y si gana Marruecos?

De la misma manera que es mentira también que el sueño de Messi, en su quinto Mundial, como cierre de una carrera inigualable, única, sea superior al del jovencísimo Mbappé. No es cierto, si Mbappé repetiera título, cuatro años después, le convertiría en un chico récord de récords, en el mejor, sí. Ya ni les cuento lo que significaría para Modric dar, cuatro años después, el salto del subcampeonato al título celestial. Y lo que sí provocaría el colapso mundial, no marroquí, ni siquiera africano, ¡mundial!, sería que ‘superman’ Amrabat corone a su país como rey planetario.

Y ustedes y yo, que sabemos poco de esto, pero que no nos hemos perdido ni un solo partido de este Mundial, sabemos, por lo que hemos visto y cómo lo hemos visto (Kane falló el penalti del empate anoche y la falta directa de Rashford, en el minuto 100 con 18 segundos, lamió la escuadra de Lloris) que todo es posible en Qatar.

Suscríbete para seguir leyendo