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El Chelsea oficializa el fin de la era Abramovich y la venta del club por casi 5.000 millones

Un consorcio liderado por el estadounidense Todd Boehly, propietario de Los Angeles Dodgers, compra el club londinense tras dos meses de incertidumbre

Todd Boehly.

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Dos meses ha necesitado el Chelsea para cambiar de manos y poner fin a la era de Roman Abramovich. Dos meses de incertidumbre, de estar sancionado y operar bajo licencia especial del Gobierno, a aceptar la oferta del mejor postor de la subasta, la del multimillonario estadounidense Todd Boehly y su consorcio. El último trámite que falta es la aprobación por parte de los dueños de los clubs de la Premier League, prevista para antes de que acabe mayo.

El dueño de Los Angeles Dodgers de béisbol, uno de los clubs deportivos más valiosos del mundo, ha llegado a un acuerdo para hacerse con el Chelsea por una cantidad que ronda los 4.250 millones de libras (4.970 millones de euros). Boehly, que se ha aliado con el multimillonario estadounidense Mark Walter y con el suizo Hansjoerg Wyss, entre otros, se ha comprometido a no vender el club hasta 2032 y a ocuparse de asegurar su estabilidad económica en el futuro.

Se termina así con la incertidumbre que rodeaba al conjunto inglés en los últimos días, ya que la venta se había enredado, con los rumores sobre la petición de Abramovich de pedir de vuelta los préstamos, y con la oferta de última hora del multimillonario británico Jim Ratcliffe, desechada automáticamente. Boehly tuvo que ganar una especie de subasta en la que también estuvieron Stephen Pagliuca, dueño de los Boston Celtics y el expresidente del Liverpool y de British Airways, Martin Broughton.

Abramóvich, que tiene sus cuentas en Gran Bretaña congeladas por su vinculación con Vladimir Putin, intentó activar la venta, pero el control de la operación estuvo finalmente en manos del Gobierno británico y las autoridades deportivas. En cualquier caso, su etapa de 19 años al frente del club londinense ya se ha acabado y de una forma abrupta.

Permiso de los dueños

El temor de los últimos días llegaba por la cada vez más cercana fecha del 31 de mayo, en la que la licencia especial por la que puede operar el Chelsea caducaba. De no renovarse o de no encontrar comprador, el equipo, que tiene una nómina mensual de unos 28 millones de libras (33 millones de euros), se hubiera ido a la ruina, aunque este era un escenario muy catastrofista, ya que era más que viable que el Gobierno británico hubiera extendido el permiso.

Ahora el Chelsea necesitará que Boehly pase el test de dueños de la Premier League, un proceso más anecdótico que otra cosa, como quedó demostrado en la compra del Newcastle United, y la operación se podría cerrar antes del 31 de mayo.

Una vez hecho, el club podrá operar con normalidad. Reabrirá la tienda oficial, cerrada desde que se impusieron las sanciones, podrá vender entradas de nuevo -aunque la temporada seguramente ya haya terminado- y, sobre todo, podrá volver a realizar operaciones con futbolistas.

Complicaciones en el mercado

Estar atado de manos en los últimos meses le ha privado al Chelsea de acometer renovaciones como la de Antonio Rudiger, que se marchará el próximo 1 de julio, y dejar en el limbo las de César Azpilicueta y Andreas Christensen, que están más cerca del Barcelona que de quedarse en Stamford Bridge.

El capitán navarro ha sido uno de los que más ha ayudado a sobrellevar la situación actual del club, poniendo de su propio bolsillo dinero para pagar gastos del día a día, como la gasolina.

La pérdida de estos tres defensas obligará al Chelsea a peinar el mercado y lo hará con un mes de antelación antes de que abra la ventana de fichajes. También le permitirá abordar renovaciones de jugadores como Jorginho, que termina contrato en 2023, y Mason Mount, cuyos emolumentos no se corresponden con su importancia en el terreno de juego.

En cualquier caso, se pone fin a 19 años de era Abramovich, cercano al Kremlin, que echó mano de un talonario descomunal para comprarlo por unos 160 millones de euros en 2003. En estos años, el magnate ruso ha llevado al Chelsea a ganar cinco títulos de la Premier League y dos Ligas de Campeones (2012, 2021).