FÚTBOL

La tensión permanente de Guardiola con Madrid

La frialdad del entrenador del Manchester City con los enviados especiales ha levantado ampollas en la capital española. Los roces vienen de lejos. Pero para entender su actitud precavida no hace falta más que remontarse al reciente duelo contra el Atlético, en el que se esforzó por esquivar todas las balas que le invitaban a entrar en un debate de estilos.

Pep Guardiola.

Pep Guardiola. / AFP

Pol Ballús

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Pasan los años y los actos de Pep Guardiola siguen irritando a buena parte de la prensa española. Recientemente ya no los han producido sus múltiples victorias sobre el césped, como la que consiguió su Manchester City por 4-3 ante el Real Madrid en la ida de las semifinales de Champions, sino por lo que pasa fuera de él.

El técnico de Santpedor se mostró más precavido y tajante que nunca ante los micrófonos españoles en la última visita madrileña a Manchester. Antes y después del partido, culminando con la entrevista en Movistar, donde se criticó su poca predisposición a recibir preguntas a pie de campo.

En la rueda de prensa con el resto de medios, Guardiola fue preguntado por su carácter, y por si se había sentido ofendido por el trato recibido en la prensa nacional. “No, vosotros preguntáis y yo respondo. Así lo he hecho en mis 12 o 13 años como entrenador”, aseveró brevemente Pep.

Para entender las respuestas de Guardiola hay que mirar hacia atrás. No mucho. Primero, recular hasta los cuartos de final que enfrentaron al City con el Atlético de Madrid. El catalán habló un total de 68 minutos en cuatro ruedas de prensa (Simeone, un total de 32), tratando de esquivar todas las balas que le invitaban a entrar en un debate de estilos. Su resistencia quedó en vano tras el partido de ida. “Atacar a dos líneas tan cerradas ha sido siempre muy difícil, en la prehistoria, hoy y dentro de 100.000 años”, aseveró Guardiola.

La referencia a la prehistoria sirvió a la plantilla colchonera, y a su entorno colindante, para calentar una vuelta convertida en un infierno para los ‘sky blue’, que salieron vivos tras sufrir como nunca. Tras la eliminatoria, Simeone confesó su enfado: “A veces los que tienen un gran léxico te alaban con un desprecio”.

 Ante el Real Madrid cambió de enfoque para no dejar margen a interpretaciones y teorías, pero el resultado fue el mismo. Cuando habla, porque habla. Cuando no habla, porque no habla. Y en cada reencuentro con el fútbol español, Guardiola se convierte en la perfecta diana. "El Guardiola más borde", puso un diario madrileño en un titular.

Lo que ha pasado en las últimas tres semanas, y seguirá pasando mientras dure la semifinal contra el Real Madrid, probablemente reafirmará la teoría de Guardiola con el fútbol español. La expuso hace justo dos semanas, en la previa del Manchester City – Liverpool que se disputó en la Premier el pasado 10 de abril.

 “Inglaterra es el mejor país del mundo para ser entrenador. El mejor. Y para ser futbolista también. A todos nos critican o nos elogian dependiendo de si perdemos o ganamos, pero el cómo la gente respeta a los entrenadores y a los jugadores… vosotros, la prensa, como respetáis a los entrenadores y a los jugadores, es incomparable con los países en los que he estado”, arrancó Pep.

 “El ambiente aquí es muy diferente. Imposible de comparar, honestamente, lo que fueron aquellos días de rivalidad Barcelona – Real Madrid con el Manchester City – Liverpool de ahora”.

 “Aquí es más tranquilo. En España, la gente está más… involucrada. Hay más ruido desde fuera. Si esto fuera en Barcelona, antes de un partido como el City-Liverpool habría cámaras y fotógrafos por todas partes tratando de buscar algo en los entrenamientos, las radios todo el día… por eso Inglaterra es el mejor país. Lo siento, pero tenéis que estar orgullosos de esto”.

 Las palabras de Guardiola son hoy una profecía que revela su actitud de hoy, dejan intuir una parte de por qué se fue en el ayer y predicen la quimera que sería su regreso en el día de mañana.

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