El Espanyol, a seguir la fiesta sin el 'Panda'

Una temporada exitosa como la sellada por el Espanyol en el último curso debía traer consecuencias. La imagen final con todos los pericos eufóricos saltando al césped de Cornellà para festejar la séptima plaza fue el mejor colofón para una Liga en la que hubo momentos para todo. Un inicio estelar, un final de año convulso y un desenlace maravilloso que condujo a la ruta europea tras 12 años de espera. Tres meses después, el Espanyol se asoma a la nueva cita sin tres puntales del pasado: el técnico, el jefe de la defensa y el pichichi.

El primero en hacer las maletas fue Rubi, el arquitecto del éxito que se fugó al Betis a principios de junio dejando un regusto amargo entre la afición. El proyecto deportivo del equipo andaluz y las condiciones económicas sedujeron al preparador de Vilassar, que tendrá un duro recibimiento en diciembre. 

Discurso sin rodeos

El club miró hacia la casa para escoger al relevo de Rubi. David Gallego, que apagó el fuego cuando se marchó Quique Sánchez Flores, se impuso a Pablo Machín en la criba final. Con un discurso firme y sin rodeos, el preparador de Súria dejó claras sus intenciones desde el primer día.

El Espanyol afronta el nuevo curso sin tres pilares del año pasado: el técnico, el jefe de la defensa y el pichichi  

Prolongará el estilo ambicioso y ofensivo de su predecesor, con la posesión del balón y el rigor defensivo como referencias. «Debemos atacar como un equipo grande y defender como uno pequeño», mantiene el técnico, que acomete su primer proyecto deportivo completo en Primera.

Jugadores formados en la cantera como Melendo y Marc Roca conocen perfectamente los planes de Gallego, que vaticinó «un año ilusionante» al comienzo de una pretemporada que ha resultado exitosa.

El primero en volver

La séptima plaza obligó al equipo a ponerse las pilas muy pronto. El Espanyol fue el primero en volver de las vacaciones con tres rondas previas de la Europa League a la vista. En los dos primeros envites batió al Stjarnan islandés y al Lucerna suizo. Ahora le espera el último escollo de un camino que comenzo el 25 de julio y debe concluir el 29 de agosto con la clasificación del club perico para la fase de grupos de la competición europea.

La marcha de Rubi a Sevilla Betis trajo un efecto colateral que se fue gestando durante todo el verano y se cerró definitivamente este miércoles. Borja Iglesias, el pichichi perico, también recaló en el Betis, que pagó los 28 millones de la cláusula. El Panda, autor de 23 goles en 40 partidos el curso pasado, tuvo una salida menos volcánica, pero será difícil igualar su eficacia.

Calero y Vargas

El adiós del ariete se suma la marcha de Hermoso al Atlético por 25 millones fijos, la mitad de los cuales son para el Madrid. Esa inyección económica ha permitido reforzar el equipo con hombres como Matías Vargas, el eléctrico extremo argentino procedente de Vélez. El Monito costó 10,5 millones, el fichaje más caro de la historia perica.

Algo menos se pagó por Calero (ocho millones), el prometedor central del Valladolid. Bernardo, cedido por el Girona; Iturraspe, que llega libre desde el Athletic; y Andrés Prieto, que retorna tras su paso por el Leganés, son las otras novedades de una plantilla que volverá a tener protagonismo de la cantera. 

El sello de la cantera

La irrupción de Pedrosa, la consolidación de Marc Roca (el Bayern no descarta pagar los 40 millones de su cláusula) y la habilidad de Melendo serán claves en un once que mantiene a referentes como Diego López y Darder.

Se espera también el regreso de David López tras su larga lesión de rodilla y un mayor protagonismo del Chucky Ferreira en un ataque en el que no faltará el Monito. «Mi sueño es dejar huella en el Espanyol. Es una responsabilidad demostrar por qué pagaron tanto por mí», reflexionó.