La desgracia de Alexis

Nadie podrá reprocharle nada a Chile. Fiel a su estilo combativo y guerrillero, la Roja sudamericana estuvo a punto de dejar fuera a Brasil, la pentacampeona poderosa que se movió al filo del abismo durante mucho tiempo. Mucha parte de culpa la tuvo Alexis Sánchez, que completó un notable partido hasta la tanda de penaltis. Su lanzamiento lo detuvo Júlio César, que celebró el triunfo entre lágrimas. Chile se fue a la calle y Brasil sonrió como nunca.

Hay partidos que marcan la trayectoria de las selecciones en un Mundial. Brasil, la anfitriona, se vio ante un duelo trascendental. Sufrió para tumbar a Chile, un ejempo de pundonor, orgullo y entrega, que acarició la victoria durante la prórroga. Chile nunca se arruga. Siempre lucha y corre sin parar. Y Brasil sufrió ese espíritu. Hasta tal punto que tuvo que recurrir a la tanda de penaltis para no decir adiós a su Mundial, algo que habría supuesto un cataclismo en el país organizador. El adiós estuvo muy cerca. «En los penaltis puede pasar cualquier cosa. Nos tocaron los rivales más difíciles, en la primera fase y en octavos. Nos vamos con la cabeza muy alta. Tuvimos ocasiones para finiquitar el pase a los cuartos, pero las fallamos. ¡Sentíamos que podíamos ganar, estuvimos tan cerca! Muchos compañeros acabaron lesionados, destrozados. Es una pena. Queremos mucho esta camiseta pero al final no pudo ser», dijo Claudio Bravo, el nuevo portero del Barça.

Tenía razón el guardameta. Medel, por ejemplo, acabó jugando con muchos problemas. Sufrió como nadie, en un claro ejemplo del sacrificio que siempre ha distinguido al conjunto chileno. Los penaltis, siempre caprichosos, quizá injustos, acabaron premiando a los brasileños, más eficaces.

Palo de Jara

Un hombre fue el gran damnificado de la derrota chilena. El defensa Gonzalo Jara, del Nottingham Forest, se marcó en propia puerta el tanto brasileño celebrado por David Luiz y después falló el penalti definitivo que dio el pase a los cuartos a la canarinha. Jara erró el quinto lanzamiento chileno y Brasil se coló en los cuartos (3-2 en los penaltis) con una fortuna sellada por el gol de Neymar. Antes, Alexis firmó el tanto del empate (1-1) en un encuentro igualadísimo y tenso que pudo tener su punto culminante en el disparo al poste de Pinilla, en el último suspiro de la prórroga. El jugador del Cagliari no tuvo puntería. La madera se cruzó en el camino de la combativa Chile, que fue eliminada de la manera más cruel por un Brasil que sigue con vida.