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Achraf Labriyaj, de 9 años, abraza a la maestra Victoria Tena el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Achraf y su hermano Ismael se mudan con su familia y la escuela no podrán permanecer abiertas con solo otros dos estudiantes. "Me siento triste", dice Achraf.
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Eloy Moliner, de 12 años, se sienta con uno de sus perros en las calles del pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, Con el cierre de la escuela, Eloy será el único niño dejado en el pueblo. “Qué lástima, la escuela cierra y todo muere”, dice Eloy.
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Alberto Toro y sus alumnos realizan su ritual matutino de saludo el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Dos antiguos alumnos suyos asistieron a la último día de clases junto a los últimos cuatro alumnos para despedirlo. “Cerrar la escuela va a ser negativo para el pueblo. Las escuelas son el motor del cambio y el desarrollo. Cuando las cierras, te estancas”, dice Toro.
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Alberto Toro consuela a Achraf Labriyaj, de 9 años, tras perder en un partido de fútbol mientras su hermano Ismael Labriyaj, de 12, Youssef el Hadri, de 9, y Eloy Moliner, de 12, celebran durante el recreo en su colegio de Pitarque, Teruel, uno de los menos poblados regiones de la Unión Europea, 13 de junio de 2022. “Los voy a extrañar mucho, pero me mantendré en contacto. Nos hemos convertido en una familia, así deben ser los centros educativos, sin importar su tamaño”, dice Toro.
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Alberto Toro ayuda a Youssef el Hadri, de 9 años, a comenzar a hacer un libro durante una clase en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en el pueblo remoto, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Achraf Labriyaj, de 9 años, su hermano Ismael Labriyaj, de 12, y Youssef el Hadri, de 9, participan en una clase de música en su escuela de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. " Tener un grupo pequeño de alumnos me ha dado la oportunidad de atender sus necesidades individuales y ayudarlos mejor, además de trabajar más cerca de sus familias”, dice Alberto Toro, el maestro de la escuela. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Achraf Labriyaj, de 9 años, juega al ajedrez con Eloy Moliner, de 12, durante el último día de clases en Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Achraf y su hermano Ismael se mudan con su familia y la escuela no podrá permanecer abierta con solo otros dos estudiantes.
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Alberto Toro, ayuda a Youssef el Hadri, de 9 años, a relajarse abrazándose y respirando con él, en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron la escuela abierta en el pueblo remoto, pero como dos de ellos se van al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Youssef está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Alberto Toro, sus actuales alumnos y dos antiguos alumnos suyos que acudieron a despedirse, se funden en un abrazo el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Dos ex alumnos suyos asistieron al último día de clases junto a los últimos cuatro alumnos para despedirlo. “Cerrar la escuela va a ser negativo para el pueblo. Las escuelas son el motor del cambio y el desarrollo. Cuando las cierras, te estancas”, dice Toro.
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Los zapatos de Youssef el Hadri, de 9 años, se colocan junto a la puerta después de cambiarse por los zapatos de casa que los cuatro estudiantes usaron durante la clase el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las zonas más despobladas de Europa. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en la aldea remota, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, Youssef, cuya familia emigró de Marruecos, tendrá que ir a la escuela a una aldea vecina. Está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Eloy Moliner, de 12 años, es seguido por su caballo "Gitano" después del último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Con el cierre de la escuela, Eloy será el único niño que quede en el pueblo. “Yo no quiero vivir de trabajar con animales, como hace mi familia. Es un trabajo muy duro. Preferiría ser Youtuber, pero en Pitarque no me quiero ir de aquí”, dice Eloy.
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Eloy Moliner, de 12 años, cena con su hermana Paula y sus padres Pakita y Pedro en su casa en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Con el cierre de la escuela , Eloy será el único niño que quede en el pueblo. “El cierre de una escuela significa el fin del pueblo mismo. Posiblemente nos convirtamos, espero equivocarme, en un pueblo de fin de semana, y un pueblo de fin de semana es un pueblo muerto de lunes a viernes”, dice Pakita, la madre de Eloy.
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Alberto Toro es recibido por uno de los perros de sus estudiantes en su camino a la escuela en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron la escuela abierta en el pueblo remoto, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Eloy Moliner, 12, Achraf Labriyaj, 9, Youssef el Hadri, 9, Ismael Labriyaj, 12, tienen clase con su profesor Alberto Toro al aire libre en Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en la aldea remota, pero como dos de ellos se mudaron, la escuela se cerrará. “Cuando tienes estudiantes de diferentes edades juntos y te faltan ciertos recursos, tienes que innovar, y eso es algo maravilloso. Estamos en un ambiente seguro, hermoso, donde hemos podido tomar la clase al aire libre y aprender directamente de la naturaleza. ." Toro dice. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Achraf Labriyaj, de 9 años, abraza a la maestra Victoria Tena el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Achraf y su hermano Ismael se mudan con su familia y la escuela no podrán permanecer abiertas con solo otros dos estudiantes. "Me siento triste", dice Achraf.
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Eloy Moliner, de 12 años, se sienta con uno de sus perros en las calles del pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, Con el cierre de la escuela, Eloy será el único niño dejado en el pueblo. “Qué lástima, la escuela cierra y todo muere”, dice Eloy.
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Alberto Toro y sus alumnos realizan su ritual matutino de saludo el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Dos antiguos alumnos suyos asistieron a la último día de clases junto a los últimos cuatro alumnos para despedirlo. “Cerrar la escuela va a ser negativo para el pueblo. Las escuelas son el motor del cambio y el desarrollo. Cuando las cierras, te estancas”, dice Toro.
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Alberto Toro consuela a Achraf Labriyaj, de 9 años, tras perder en un partido de fútbol mientras su hermano Ismael Labriyaj, de 12, Youssef el Hadri, de 9, y Eloy Moliner, de 12, celebran durante el recreo en su colegio de Pitarque, Teruel, uno de los menos poblados regiones de la Unión Europea, 13 de junio de 2022. “Los voy a extrañar mucho, pero me mantendré en contacto. Nos hemos convertido en una familia, así deben ser los centros educativos, sin importar su tamaño”, dice Toro.
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Alberto Toro ayuda a Youssef el Hadri, de 9 años, a comenzar a hacer un libro durante una clase en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en el pueblo remoto, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Achraf Labriyaj, de 9 años, su hermano Ismael Labriyaj, de 12, y Youssef el Hadri, de 9, participan en una clase de música en su escuela de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. " Tener un grupo pequeño de alumnos me ha dado la oportunidad de atender sus necesidades individuales y ayudarlos mejor, además de trabajar más cerca de sus familias”, dice Alberto Toro, el maestro de la escuela. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Achraf Labriyaj, de 9 años, juega al ajedrez con Eloy Moliner, de 12, durante el último día de clases en Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Achraf y su hermano Ismael se mudan con su familia y la escuela no podrá permanecer abierta con solo otros dos estudiantes.
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Alberto Toro, ayuda a Youssef el Hadri, de 9 años, a relajarse abrazándose y respirando con él, en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron la escuela abierta en el pueblo remoto, pero como dos de ellos se van al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Youssef está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Alberto Toro, sus actuales alumnos y dos antiguos alumnos suyos que acudieron a despedirse, se funden en un abrazo el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Dos ex alumnos suyos asistieron al último día de clases junto a los últimos cuatro alumnos para despedirlo. “Cerrar la escuela va a ser negativo para el pueblo. Las escuelas son el motor del cambio y el desarrollo. Cuando las cierras, te estancas”, dice Toro.
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Los zapatos de Youssef el Hadri, de 9 años, se colocan junto a la puerta después de cambiarse por los zapatos de casa que los cuatro estudiantes usaron durante la clase el último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las zonas más despobladas de Europa. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en la aldea remota, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, Youssef, cuya familia emigró de Marruecos, tendrá que ir a la escuela a una aldea vecina. Está emocionado de poder pasar tiempo con más niños de su edad, pero dice que extrañará a su maestro, Alberto Toro. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Eloy Moliner, de 12 años, es seguido por su caballo "Gitano" después del último día de clases en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Con el cierre de la escuela, Eloy será el único niño que quede en el pueblo. “Yo no quiero vivir de trabajar con animales, como hace mi familia. Es un trabajo muy duro. Preferiría ser Youtuber, pero en Pitarque no me quiero ir de aquí”, dice Eloy.
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Eloy Moliner, de 12 años, cena con su hermana Paula y sus padres Pakita y Pedro en su casa en el pequeño pueblo español de Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Con el cierre de la escuela , Eloy será el único niño que quede en el pueblo. “El cierre de una escuela significa el fin del pueblo mismo. Posiblemente nos convirtamos, espero equivocarme, en un pueblo de fin de semana, y un pueblo de fin de semana es un pueblo muerto de lunes a viernes”, dice Pakita, la madre de Eloy.
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Alberto Toro es recibido por uno de los perros de sus estudiantes en su camino a la escuela en el pequeño pueblo español de Pitarque en Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron la escuela abierta en el pueblo remoto, pero con dos de ellos saliendo al final del año escolar, la escuela tendrá que ser cerrada. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
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Eloy Moliner, 12, Achraf Labriyaj, 9, Youssef el Hadri, 9, Ismael Labriyaj, 12, tienen clase con su profesor Alberto Toro al aire libre en Pitarque, Teruel, una de las regiones menos pobladas de la Unión Europea. Solo cuatro niños mantuvieron abierta la escuela en la aldea remota, pero como dos de ellos se mudaron, la escuela se cerrará. “Cuando tienes estudiantes de diferentes edades juntos y te faltan ciertos recursos, tienes que innovar, y eso es algo maravilloso. Estamos en un ambiente seguro, hermoso, donde hemos podido tomar la clase al aire libre y aprender directamente de la naturaleza. ." Toro dice. Toro ha pasado los últimos 14 años enseñando aprendizaje basado en el pensamiento e inteligencia emocional a los últimos niños criados en Pitarque.
